Caída y gloria

Capítulo 32.

Sábado. Medianoche

Hospital

Hye- Kyo

Cuando desperté estaban cada uno de ellos junto a mi cama. Sus rostros mostraban alivio.

El sonido de mis latidos en el monitor y mi respiración con el oxígeno que se me colocó, tenía sus intervalos en las inhalaciones y exhalaciones intermitentes.

Todo volvió a ser claro a mi vista. Podía escuchar el megáfono desde el pasillo, las ruedas de lass camillas que provenían de urgencia y las sombras de los que caminaban en distintas direcciones; que se colaban por debajo de la puerta.

Además aún era de noche o madrugada quizás. Habían corrido las cortinas para que la luz de la luna no me molestase en el rabillo del ojo. En cambio mantuvieron como iluminación las luces del cuarto.

— ¿Tengo algo en el rostro? — ¿Porque no me hablan?—

— Aún en esta situación tienes humor.

— Moonbin; ¿ Lo arruine todo?

— Tu eres más importante que ganar— El próximo año podemos ser equipo otra vez —

— Moonbin tiene razón — Tu salud es primero —

— Gracias a ti también Neul; y a todos.

— Si no fuera por Neul no hubiéramos podido asistirte — Ella nos guío con su conocimiento de primeros auxilios — Yo solo ejecute —

— Gracias a ambas otra vez — Que bueno que Neul y tú Mí Suk; son mis amigas—

— ¿ Y donde quedó yo?

— Mejor di; dónde quedamos — ¿Yo no soy tu amigo Hye?

— Ustedes también; Hye- na; y tú Moonbin— Son parte de mi segunda familia — Mis padres ni siquiera vinieron a verme —

— Están afuera— Esperan a que salgamos. Y así lo haremos — Pero aún tenemos que hablar Hye- Kyo —

—  Hablaremos; lo prometo Neul.

En casa de Eun Woo. 

— Estamos invitados mañana a la cena

— He iremos Eun Woo. Iremos

— ¿Tienes ropa para la ocasión?

— Descuida. Tengo; no te molestes por favor.

— Ok; como quieras.

En la tarde

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Ya era sábado. Mañana sería el gran día y seguro todo saldrá bien. Volveré a ver a mis compañeros de trabajo y se formarán nuevos lazos cuando se conozcan unos a otros. Las anécdotas no faltarán. Cómicas, dramáticas o agridulces, sin embargo todas ellas nos unen en una escencia común. Nuestra humanidad.