¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por mas que estar en casa fuera su momento favorito, en esa ocasión solo sintió un apretón en el estomago mientras el carro pasaba por las grandes puertas metálicas que acaban de ser abiertas, peor fue cuando se detuvo y quito el seguro de las puertas en ese momento sintió su lobo encogerse y taparse la cara con la cola.
Su madre fue la primera en bajar y no tenia mas opción que seguirla, no quería que le llamara la atención por ser lento, cerro la puerta y en silencio miro las puertas ser abiertas, bajo la mirada mientras algunas betas hacían acto de presencia, informando que la cena estaba lista.
— Lleven el plato de Felix a su habitación, el tomara la cena allá. — Informo y las dos betas se fueron, dejando solo a la Alfa con su Hijo.
El silencio que había lo estaba matando. — Madre.. Yo-
— Silencio. — El tono tan gélido que utilizo le hizo saber que ese no era momento de redimirse. — Mañana a primera hora quiero tener una carta de disculpas en mi puerta, el chofer te ira a dejar y también te va a recoger exactamente a las seis en punto durante toda la semana y la próxima, ¿Entendido?
— Si, Madre.
— Bien, ahora sube a tu habitación.
Tal vez si JiYu hubiera volteado a ver a su hijo aunque fuera de reojo hubiera notado las lagrimas que caían por sus mejillas mientras hacia una reverencia y subía a su habitación, o tal vez si lo noto pero no le parecía importante.
Felix era incapaz de desobedecer a su madre, siempre le hizo caso con la esperanza de que algún día ella lo mirara con una sonrisa y le dijera que estaba orgullosa de el, así todas la noches que paso en vela, las largas horas en la biblioteca, las invitaciones a fiestas que rechazo incluso dejar de lado a sus propios amigos por ir a cenas con Omegas, habrían valido la pena, así sentiría que todo eso tuvo algún sentido.
Pero justo ahora en la soledad de su habitación, escribiendo la dichosa carta de disculpas sentía que ese añorado día jamás llegaría, que hiciera lo que hiciera su madre jamás lo vería con orgullo. Limpio sus mejillas y guardo aquella carta en un sobre, salió de la habitación y fue a dejarla en la puerta de su madre, seguramente una beta la vería y pondría en una bandeja a la espera de que Lee JiYu despertara y entregarla.
Regreso a su habitación yendo a su armario para sacar ropa cómoda, y entonces de entre las cosas que tenia allí una foto callo, la levanto y una sonrisa nostálgica apareció en su cara, pues era una foto de el siendo cargado por su madre y su abuela sonriendo mientras sostenía su un pastel que en letras cursivas decía "Happy B-day Lixie" y una vela con el numero siete, en ese entonces su madre era mas expresiva y se daba un poco de tiempo para preocuparse por el, todo lo contrario a ahora, donde parecía que hasta lo evitaba.
Guardo la foto y saco lo primero que encontró para cambiarse e ir a la cama. Mientras miraba el techo y esperaba caer en los brazos de Morfeo, solo pudo pensar en lo buena que seria su vida si su madre le diera la mitad de atención que le daba a su trabajo.
No quería mortificarse mas por lo que se tapo totalmente con las cobijas, sintiendo el peso muerto en que se había convertido su lobo, lo atribuyo a que se sentía herido por lo que dijo su madre, así que lo dejo pasar, cerrando los ojos para caer dormido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
