¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Para mañana quiero la página treinta a la treinta y siete, si copean la tarea será cancelada. Disfruten el resto de su tarde. — La profesora miro a su grupo antes de salir del salón.
Algunos empezaron a guardar sus cosas de forma rápida, incluso se les caían por lo rápido y brusco que las aventaban, los que ya habían guardado sus cosas salieron del salón hablando de lo que harían.
Y luego estaban Hyunjin y Jeongin que guardaban todo a paso a de tortuga, igual estaba el turno de la tarde y el nocturno, así que encerrados no podían quedarse, tal vez serían regañados por estar en horario no apropiado sin un pase, pero no pasaba a mayores.
— ¿Quieres ir a la plaza? Hay una tienda nueva y quiero ir a verla. — Hablo el alto cerrando su mochila, ya había guardado sus cosas.
— Uhm, tengo que ver a Min Hyung, necesita los apuntes o si no reprueba. — Dijo y de igual forma, cerro su mochila, colgando está en su hombro.
— Está bien, será otro día. Nos vemos, Jeongin. — Se despidió moviendo la mano, dio media vuelta y se fue, desapareciendo entre las personas.
Yang solo movió la mano para de igual forma, empezar a caminar a la salida, no tenía ganas de ir hasta la casa de su mayor, pero tenía que hacerlo o sería hombre muerto.
De igual forma sus padres no estaba en casa, y no tenía nada que hacer. Podía sonar algo egoísta, pero aveces odiaba que ellos trabajaran tanto, casi no los miraba y cuando lo hacía era por un rato.
No eran malos padres, ya que si tenían tiempo su atención iba solo para el, lo escuchaban si era necesario y su madre le dejaba notas antes de irse a trabajar diciendo cuánto lo amaba. Pero aún así, le gustaría que descansarán, entendía que era algo necesario pero aún así, era aburrido y aveces deprimente el llegar y tener que estar solo hasta que llegarán.
Afortunadamente su casa y la de MinHo tenían algo en común, estaban cerca del colegio, así que no tardó demasiado en llegar. Tocó la puerta y está fue abierta por una Omega de cabellos largos y castaños, mirada suave un aroma igual de suave a vainilla, era un poco bajita, sonrió dejando a la vista sus dientes de conejo.
— MinHo está arriba. — Aviso ya sabiendo a lo que normalmente iba el Alfa.
— Gracias señora, Lee. — Hizo una reverencia y entro a la casa, ya sabía dónde estaba la habitación así que no tuvo problemas en encontrar la habitación.
— Mamá, ya te dije que no quiero sopa.
— Imbecil, no soy tu mamá. — se quejo mientras cerraba la puerta de la habitación.
— ¡Innie! — Se sentó casi de inmediato en la cama viendo al menor. — ¿Trajiste los apuntes?
— Si, por cierto, ¿Sabías que Hwang también en nctizen? Creí que era más de jazz y esas cosas. — un toque de burla se notaba en su voz, pero eso no fue lo que llamo la atención del chico.
