Las grabaciones pasaban notablemente rápido en algunos momentos, ya habían abandonado Chile y ahora estaban en Sierra Nevada continuando las grabaciones, hace dos semanas estaban en esta nueva localidad.
Después de dos intensas semanas de rodaje los actores que le daban vida a esta historia tuvieron un respiro, les dieron una semana de descanso ya que el director de dicha película había estado muy enfermo.
En las semanas que habían pasado conviviendo, tanto en Chile como en Montevideo, en las grabaciones y en Sierra Nevada, en las reuniones privadas y en esas juntadas entre amigos; Olivia había empezado a acercarse a Enzo y viceversa, como si un imán intensamente magnético los atrajera el uno al otro.
La química que ellos tenían tanto en lo profesional como en lo personal no pasaba desapercibida por ninguna persona que los rodeara, los podías ver riendo entre ellos en una burbuja donde las emociones se palpaban en el aire, podías apreciar las miradas sutiles que se dedicaban y como irradiaban ese aprecio que tenían mutuamente.
Podrías preguntarle a cualquier persona que los conozca y te va a decir que entre ellos dos sucede algo, pero si lo consultas con ellos te negaran todo con la simple frase "solo somos buenos amigos".
Pero si tan solo ellos supieran que los amigos no se miran de esa forma todo sería distinto.
Olivia se encontraba en su habitación del hotel absorta en sus pensamientos cuando un mensaje llego a su celular.
Era el grupo del cast donde todos eran parte, era un mensaje de Matias que se encontraba en la misma situación que Olivia, aburrido y con ganas de hacer algo; poco a poco más compañeros demostraban estar en la misma situación apelando a hacer algo para salir de esas cuatro paredes de aburrimiento, aunque muchos de ellos eran vecinos de habitación tampoco ayudaba, ya que se juntaban para aburrirse entre ellos.
Quedaron en salir a dar un paseo, para conocer mas a fondo las calles de Granada y escapar al menos un momento de la zona de confort en la que estaban hace varias semanas.
Acordaron encontrarse en el lobby del hotel y salir todos juntos a caminar, para muchos puede ser aburrido, pero para ellos que cada vez que se juntaban eran un torbellino de risotadas y de tonterías que solo ellos entienden, era un plan mas para llevar a cabo nuevas anécdotas que algún día recordarían con una sonrisa.
Al plan se habían sumado Matias que fue el de la idea, Olivia, Blas que dijo que estaba con Juani e iban los dos, Pipe que estaba con Simon; Fran que estaba con Kuku y Agus y Enzo, que había dicho que terminaba de bañarse y bajaba al encuentro con sus compañeros.
El paseo fue tranquilo, vieron vidrieras y compraron comida en distintos lugares para probarla en algún momento, Juani vio una plaza a lo lejos e insistió en ir un rato ya que sus pies iban a explotar, dicho con sus palabras.
Algunos, como Juani y Matias fueron corriendo a los columpios, mientras otros los veían con una mueca divertida y se acomodaban en un lugar para charlar entre todos. Olivia dio un salto y se sentó sobre un paredón no tan alto pero no tan bajo mientras que Blas y Pipe se ponían a su lado apoyando sus espaldas en la estructura.
Los demás se habían colocado en una ronda al rededor de ellos y Enzo al no encontrar lugar fue directo hacia Olivia quien lo miraba extrañada. Enzo abrió sus piernas sutilmente para luego darle la espalda y posicionarse ahí, para pasar las piernas de Olivia por sus hombros y comenzar una conversación con sus amigos como si lo que acababa de hacer fuera de lo mas normal.
Olivia que había conseguido un tono rojizo en sus cachetes posó sus manos sobre la cabeza de Enzo para comenzar un juego entre sus dedos y el cabello rebelde del chico, bajo la atenta mirada de Blas y Pipe que eran los confidentes de los sentimientos de la uruguaya hacia su compañero.
Si había algo que Olivia amaba de Enzo era la simpleza y la tranquilidad que tenia para estos momentos, ella era un tornado de emociones que claramente ocultaba, mientras que el como si nada esta en perfecto estado, o eso era lo que él quería que los demás vieran; Esteban y Agustin eran los únicos que sabían la situación del muchacho y por eso le daban miradas cómplices con una sutileza que solo ellos veían, en algunos momentos tiraban un par de comentarios sobre los sentimientos de la floreciente pareja pero nada fuera de lo normal para llamar por completo la atención de la muchacha.
Ella por otro lado mucho no lo ocultaba, mas de uno se había dado cuenta de que sus sonrisas solo eran dirigidas para el morocho, todos lo veían, menos el. Mientras ella se encontraba riendo a carcajadas con los chistes de Matias y los falsos piropos de Fran que eran dignos de esos albañiles que te chiflan cuando pasas por las construcciones; Enzo se encontraba observándola mientras dejaba leves caricias en sus rodillas, sus miradas se encontraron por un momento, un momento que parecía haber parado todo a su alrededor, un momento que solo ellos pudieron retratar y almacenar en sus memorias para siempre, eran solo ellos, en esa palpable cercanía, solo ellos, lo demás quedaba en segundo plano cuando se trataba de sus miradas conectadas como si estuvieran tejiéndose la una con la otra para no separarse nunca.
Eso era lo que ellos sentían, la necesidad de no separarse. El la deseaba a ella y ella lo deseaba a él.
Ese paseo, sería el comienzo de algo que estaba más allá de ellos, estaba mas allá de cualquiera que quisiera cortar ese hilo rojo que iba creciendo a medida que sus miradas se iban tejiendo.