𝑆𝑖𝑥

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Todos subieron a cubierta, colocándose en círculo y mirándose los unos a los otros, Cole muy enfadado por hacerlo perderse el desayuno

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Todos subieron a cubierta, colocándose en círculo y mirándose los unos a los otros, Cole muy enfadado por hacerlo perderse el desayuno. Según él, y no dudaba que fuera cierto, el desayuno era la primera y la más importante comida del día.

—Me estoy dando cuenta de que no sabes nuestros nombres —mencionó Zane en medio del silencio incómodo que hubo antes de que él hablase, mirando a Alisha —. Mis disculpas, yo soy Zane.

La menor frunció los labios en un intento fallido por sonreír.

—Cole.

—Kai.

El único que faltaba por presentarse se mantuvo callado, Jay, que aún estaba dolido por los comentarios de Alisha. El castaño recibió un golpe en las costillas de parte de Nya, se quejó y miró a la azabache.

—Jay, maestro del rayo —dijo el ninja azul con  desdén, matándola con la mirada.

—Un Watt —Alisha elevó las cejas de manera divertida, haciendo referencia a los Watts. El mayor bufó, pero no habló —. Creo que ya lo tengo.

Lloyd volcó los ojos, sin creer poder soportar el horrible humor de la joven. Bien podía llamarlo amargado, tal vez la diferencia de edad, o solo Alisha era de lo peor.
Sin previo aviso, Lloyd desenvainó su espada y apuntó con ella a la azabache, asustando a Jay, que soltó un chillido.

—Creí que entrenaríamos —dijo de manera sugerente, mirando a Alisha, como si la retase.

—¿Sabes qué? entrénala tú, yo me echo para atrás —Kai retrocedió un par de pasos con las manos elevadas —. Tú la trajiste. Contrólala.

Kai volvió a bajar, siendo seguido por Jay, que miraba a Alisha con enojo por sobre el hombro, y Zane, no dejando a ambos ninjas solos, pues sabía que juntos quemarían la cocina.

—Tengo hambre, ¿sí? —se excusó Cole antes de también bajar, ganándose la mirada indignada de Lloyd.

—Yo vigilaré que no se maten —Nya le dirigió una leve sonrisa al rubio, notando la fuerte tensión que había entre ambos, y se sentó sobre uno de los barriles que tenían en el lugar.

Lloyd volvió a dirigirse hacia la oji-azul, aún apuntándole con la espada, ella lo miraba fijamente, casi esperando que le cortara la garganta.

—Tu primera lección será el manejo de la espada —hizo movimientos extravagantes con la espada y la clavó en el suelo —. Toda tuya.

La femenina la sacó y sostuvo con ambas manos, posicionándose para pelear.

—Estás mal. Espalda recta, brazos mediamente flexionados —sacó su otra espada y con ésta obligó a la menor a hacer lo que él decía, acomodándola a su gusto —, ¡y el cabello, por el Primer Maestro del Spinjitzu!

𝑉𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑 𝑦 𝐸𝑛𝑔𝑎𝑛̃𝑜 | Ninjago [Lloyd × Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora