Todos se abrían paso en el lugar, dejando pasar a Lloyd, quien caminaba con rapidez, dando grandes zancadas, cuando llegó a la oficina del comisionado, azotó la puerta y descargó su desesperación en el hombre.
—¡¿Dónde está?! —bociferó desde el marco de la puerta, con la respiración agitada, las mejillas rojas de la furia.
—¿Dónde está quien? —la cara de confusión del comisionado solo provocó un chorro de colera en Lloyd.
—¡Alisha! —el hombre solo se quedó callado al no reconocer el nombre dicho por el joven —¡La... la chica que arrestaron ayer! ¡La chica mágica! ¡¿Dónde está?!
—Oh... Ella... —la tranquilidad del comisionado no ayudaba al estado de ánimo de Lloyd, quien solo quería golpear o gritar —. Bueno, la encerramos. La interrogamos pero se negó a hablar, y lo poco que dijo en su defensa no es mucho para la cantidad de testigos que tiene en su contra, además, no hay ningún familiar mayor de edad que pueda responder por ella. La verdad es que no había mucho por hacer.
La rabia invadía a Lloyd, el cuerpo le temblaba del enojo y la sangre le hervía. Intentó tranquilizarse, el comisionado no tenía la culpa de su malestar.
—¿Dónde la encerraron? —lo miró con severidad.
—En la prisión Kryptarium. No sabemos si en verdad tiene poderes, pero decidimos no intentar averiguarlo y la enviamos a primera hora de la mañana —explicó con calma —. ¿Por qué?
—Necesito hablar con ella. ¿Puedo? —al recibir el asentimiento de cabeza del hombre, salió corriendo, dirigiéndose a la prisión Kryptarium lo más rápido que le fue posible en su moto.
De camino, solo podía pensar en lo muy molesto que estaba por la aparición de Alisha mientras dormía. Si bien podía tratarse de una mera coincidencia, recordaba su sueño con demasiado detalle como para que fuera solo una casualidad.
Al llegar, solo tuvo que decir el nombre de la joven e inmediatamente lo llevaron hasta la celda de Alisha, quien, con un uniforme de rehen, estaba encadenada, recostada en su cama de piedra y totalmente inmóvil.
Solo la miró en silencio, y pronto notó que ella esbozaba una sonrisa.
—¿Qué quieres de mi? —Alisha ni siquiera se movió de su posición, callando durante algunos instantes.
—Primero que nada: buenos días para tí también —habló sin dirigirle la mirada —; segundo: veo que sí viniste.
—Te repito una vez más, ¿qué quieres de mi? —se acercó aún más a la celda, intentando pasar su cabeza por entre los barrotes. Estaba demasiado cabreado como para pensar en lo que hacía, sin tomar en cuenta que podría hacerle daño —, ¿por qué te metiste a mi mente por la noche? Está claro que quieres algo, ¿es el pergamino?, ¿por eso me preguntaste por él? ¿O es que quieres que te saque?
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𝑉𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑 𝑦 𝐸𝑛𝑔𝑎𝑛̃𝑜 | Ninjago [Lloyd × Lectora]
Fanfiction𝑉&𝐸 | ❝ ━𝐻𝑒𝑙𝑙𝑜 𝑆𝑎𝑡𝑎𝑛, 𝐼 𝑏𝑒𝑙𝑖𝑒𝑣𝑒 𝑖𝑡 𝑖𝑠 𝑡𝑖𝑚𝑒 𝑡𝑜 𝑔𝑜...❞ Alisha cometió un grave error al meterse con la magia negra, ahora debe buscar la manera de liberarse de las cadenas que la atan al grotesco final que le espera. Ha...