Capítulo 33 ( Final-Primera parte)

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En primer lugar gracias a quiénes respondieron la encuesta, les diré que ganaron por dos opiniones quienes querían dos capis y esta parte YAAA!!Y doblemente gracias a todas por ser tan lindas en sus comentarios, respetuosas y dejarme decidir. Igualmente es un capi casi cerrado y nos queda otra parte más y un par de epílogos para dejarlos ir. También me cuesta.

Espero les guste.Abrazo

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Los días siguieron pasando, a veces parecían de una lentitud exagerada y a veces, demasiado deprisa. Su padre, quizás presionado por las imprevisibles y constantes visitas de los Lawrence y por la aprobación de la gente de Dorset a la boda, había optado por ignorarlas la mayor parte del tiempo. Lanzaba algunos comentarios hirientes de vez en cuando, pero Addie miraba su anillo y recordaba que era más fuerte y más libre, que las cadenas de su padre perdían fuerza y ya no podían subyugarla, porque al otro lado estaba Joseph esperándola. Joseph y el amor, Joseph y la libertad, Joseph y el futuro.

Y también tenía la sensación que con cada día que se acercaba a la boda, ella seguía cambiando, ella empezaba a desprenderse de quien la habían obligado a ser para empezar a ser quien era realmente.

Cuando faltaban cinco días, fue a buscar su vestido, era una belleza de brocado con mangas largas y un pequeño escote cuadrado, con una hermosa falda acampanada, cuando se lo probó no se reconoció. El cambio era en gran parte por la belleza del vestido, pero había algo más, algo que brillaba en sus ojos, algo que se irradiaba de su interior. Además del vestido había una preciosa tiara de diamantes que semejaba una corona de rosas, era un regalo de su prometido, según le explicó la modista. Y también había una capa de lana gruesa, con bordados de flores en el ruedo, como si la primavera estallara en el invierno. Ella reconocido el arte de su madre en aquel bordado, al probársela, la miró con los ojos llenos de lágrimas. Su madre no era una mujer de muchas palabras, pero a su modo, siempre había intentado darle lo mejor.

-Es hermosa- susurró Addie.

-Qué tu vida sea, de ahora en más, un camino de flores, mi pequeña- le dijo y Adeline la abrazó.

Al día siguiente, con la excusa de ir a la iglesia para hablar con el párroco sobre su futura vida marital, Joseph pasó a buscarla. Dedicaron media hora a hablar con el consejero espiritual y luego dieron un paseo hasta su lugar de encuentro, el árbol.

-Gracias por la tiara, es preciosa.

-Es una pena que no puedan ser las rosas reales de nuestro jardín, pero me gustó cuando la vi, haremos de cuenta que son rosas de nieve- le dijo soñador

-A veces siento que todo es un sueño y que voy a despertarme.

-Pero es una realidad, en cuatro días serás mi esposa. No tienes que preocuparte, seré un buen marido- le dijo pensando que quizás y debido a las circunstancias habían ido muy deprisa.

-No estoy preocupada por eso, lo sé, además de amarte sé que eres un buen hombre y que no debo temer.

-¿Pero?

-¿Crees que yo sea una buena esposa? Han pasado tantas cosas que a veces siento que me desconozco, te dije que no esperaba mucho del matrimonio antes, pero ahora quiero que salga bien, quiero ser una buena esposa, quiero hacerte feliz como tú me haces feliz a mí- trató de explicarse. Antes había visto al matrimonio como el punto final de su vida, algo que iba a suceder más allá de su deseo, pero ahora que el matrimonio era algo real y completamente deseado, tenía algunas inseguridades.

-Adeline, yo me enamoré de lo que eres, pero desde aquel día que mirabas las rosas rojas con tanto anhelo, también me enamoré de lo que vislumbraba en ti. Así que amo la mujer que eres y amaré la mujer que serás. Te amo con tus heridas pero también amo a la que tuvo el valor de ir hacia mí en una noche de tormenta. Seguramente los años nos cambiarán pero sé que nos pertenecemos y estaremos bien, no debes preocuparte por cumplir ninguna expectativa, solo por ser feliz. Tenerte a mi lado es mi felicidad.

Florecer sin miedo -  Saga Dorsetshire 0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora