23 de un Enero diferente

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Del escritor, son las letras el consuelo,
dijo el ignorante.
dije yo.
La alegría es tan ilusa.
La soledad tan sincera.

Ahora, tengo una emoción que estalla,
pero huye de mis dedos.
No quiere que la escriban con simples palabras.
No sabe qué esperar.
A qué aferrarse.

Hoy las letras no son nada.
Creo que hasta ellas lo saben.
No se le compara.
Nada, nada consuela más
que un abrazo.
Y hoy, no tengo nada.
Ni letras, ni un abrazo que cubran su falta.

Hoy ya no soy escritor,
soy simplemente,
un ser humano,
con la vida en pausa.
Clamando a viva voz,
que muere,
cuando debería estar celebrando
el amor.

Quizás, hasta los poetas se
cansen.

El Antagonista de las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora