El Antagonista de las Estrellas

¿Cómo te termino?

¿Cómo empiezo?
aunque lo difícil
siempre ha sido
¿cómo pongo fin?.
Sin que te extrañe,
Sin que el arrepentimiento,
por más mínimo que sea,
te llame.
Me confunda.

Hablamos sin pensar.
El alma traviesa
que vaga ciega,
¿Ciega?
Mentira.
Siempre sabe lo que hace.
Le gusta, por eso
se esconde detrás de la
ignorancia.

Pero la mía, por más
que intente, no nació
para jugar sin enamorarse.
Juega con intensión.
Juega con la verdad.
Que estúpida, lo sé,
pero soy vieja,
bastante bohemia para
negarme
al amor.

Pero entre tanto error,
entre tanto vacío,
nos vamos descubriendo.
No, no soy de juegos
¿En qué he caído?
Me falta el oxígeno.
Y no, no se trata de morir.
Se trata de sentirnos vivos.

Por eso, he decidido decir
adiós.
Siempre fuiste de frente,
pero la verdad,
¿voy a algún lugar seguro?
Contigo, no lo tengo claro,
Me hallo entre nubes,
pero prefiero la tierra firme,
seguro, el camino.

Volé, volamos.
pero se empiezan a marcar
los límites de vuelo.
Y a pesar de tan poco
espacio,
ya me hallaba
escribiendo tu nombre
a duras penas junto al mío.

Y soy así,
siempre deben hacerme
entender que sueño muy alto
para determinados tipos de
cielo.
Que mi infinito es tan bello
como intimidante.
Que mis alas son tan grandes
que se arrastran por el suelo.

¿Y todo esto para decir
adiós?
Es que un adiós nunca fue
fácil decirlo.
Y redimirnos menos.
Pero al menos lo intento.
Lo siento.

Quise.
Quiero.
Ojalá fuera diferente.
No seré la Antagonista
en ninguna historia,
y tú en la mía menos.
Quédate como el recuerdo
más bonito.