La muerte y su cabello negro

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Sin saber dónde se me ubica este sentir,
te persigo.
En las partes que niego, ahí primero
busqué.
Encontré la nada, riéndose de mi.
Es hora de buscarte en medio
de la certeza.

Mi cuerpo ahora es enemigo.
Extraño.
Grita tu nombre cada poro.
No puedo callarle la boca a todos.

Se me está rindiendo la razón,
la mejor aliada de lo sensato,
y de quién más se burla el corazón.
Maldito sea ahora cada latido.

Jamás mi poesía había sido tan fresca.
tan rica de sentir.
Pero ningún verso hoy te hace justicia.
A cada metáfora, le quedas pequeño.
Cada metáfora no se rinde, solo quieren
hablar de ti.

Es que no sé cómo hacer para sentirme
satisfecha.
Cómo resumirte.
Cómo darte muerte.

Tú solo respiras y te vuelves frase.
Te vuelves ganas.
Te vuelves aire.
Te vuelves todo.
Te vuelves nada, cuando soy yo quien
vuelve a la realidad.

Una que quizás no lo acepta,
pero sin darse cuenta
ha dejado de negar.
Una que quizás
oculta que te sabe
de memoria.

No sé qué se siente la muerte,
pero tú estás acabando conmigo
de la manera más hermosa
que existe.
Por primera vez, siento que quiero morir.
Contigo.
Despacio.

Que tu olor, sea mi oxígeno,
trayendome de vuelta,
para volver a morir de nuevo.
Pero se siente bien.
Tu forma de morir se
siente increíblemente bien.

El Antagonista de las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora