Parte 6

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—No sea imprudente —dijo tratando de no ponerse nervioso.
Nunca nadie lo había tocado de esa manera, era raro el sentir las manos de ese noble pasar por su piel fresca después de un buen baño y que su corazón se acelerara cada vez que las palmas de este subieran más a sus pechos —A-Ah señor~, por favor, no más.

México se sonrojó demasiado al escucharlo jadear con súplica que parara.

Unas leves lágrimas se asomaban por sus ojos, sus labios soltaron un gemido cuando el tricolor besó su cuello, al succionar su piel su cuerpo se estremeció, temblaron sus brazos tratando de quitar las manos del hombre de su cuerpo.

—Me encantas —susurró en su oído con una ladina sonrisa.

Perú volteó a verlo y en un leve movimiento besó los labios del más alto.
México correspondió sujetando su mentón para profundizar ese tacto labial que fue subiendo de intensidad cuando el mexicano quiso introducir su lengua en la boca del pecoso.

—No —habló bajo separándose del otro —no puedo... Señor —dijo viendo con una mirada sumisa al tricolor.

—¿Porqué? Nos vamos a casar.

—Nunca afirmé mi compromiso con usted, solo dije que lo pensaría, podría negarme pero... hay algo que me causa curiosidad saber —pronunció suave pasando sus manos por el pecho y brazos del mayor.

—¿Qué cosa?

—¿Usted me ama? —preguntó.

—... Sí, si te amo.

—Me ama por qué soy virgen o por qué quiere estar conmigo.

—Yo... Yo quiero ser el primero en demostrart-

Un dedo se pasó en sus labios, callándolo.

—Era todo lo que quería saber, retírese por favor.

—No, no era eso, yo te amo, quiero ser el primero en tomar algo tan sagrado como lo es tu virginidad.

—Entonces si otro hombre me desvirgara no me amaría.

—...

—Con esto deja todo claro, es una pena... —dijo acomodándose su bata —tendré que decirle a mi padre que me busque otr-

—¡ESO JAMÁS! ¡TÚ ME ENCANTAS COMO NADIE LO HA HECHO! ¡NO TE VAS A CASAR CON OTRO! —gritó molesto agarrándolo de las muñecas.

—¡OYE QUE TE PASA! —exclamó asustado, su grito alertó a uno de sus sirvientes, a los segundos su hermano entró a su habitación con una escopeta apuntando a la cabeza del mexicano.

—¡SUÉLTALO! ¡¡AHORA!!

—Tu hermano es mío, tú aceptaste ayudarme...

—¿Qué? —preguntó desconcertado —¿Qué dice? —Argentina sintió su corazón romperse al ver la mirada decepcionado y traicionada de su hermano menor.

—Tesoro... Lo siento.


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𝑴𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒖 [🇬🇹 𝒙 🇵🇪]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora