Tom me alzó, quitándome de la cama, para después sentarse en ella y ponerme encima de él; me estaba penetrando fuerte como lo hizo la primera vez. El dolor era inmenso, no podría imaginar lo brusco que estaba siendo en este momento. Tomaba su cuello, apretándolo mientras mis lágrimas salían, trate de que no se diera cuenta de eso, no podía saber que me daba tanto asco. Quería alejarme de ahí lo antes posible, pero tenia un plan para salir de aquí, así que no podía hacerlo."Mierda…" Sus quejidos se fueron alejando, al dejar caer su espalda a la cama, sin quitarme de encima suyo y sus manos en mis caderas, con su miembro aún adentro.
Mi mirada se desviaba, ocultándome de su vista y limpiando las pocas lagrimas que se impregnaron en mis mejillas, sin que se diera cuenta de eso. Trate de bajarme de él, pero no me dejo. Sus manos en mis caderas se volvieron más difíciles de quitar.
"¿Por qué tan rápido tu cambio?" Pregunto sin moverse un poco, teniendo la mirada impregnada en la mía.
Mi cuerpo estaba inmóvil, sin saber que decir, ni siquiera podía mantener la mirada por el miedo y el dolor que sentía al ser tocada de nuevo por él.
"…De qué sirve que haga algo... de todas maneras de aquí no voy a salir viva..." Esas palabras fueron bajas, logrando decirlo con la mirada en la suya. Mordía mi labio tratando de no golpearlo ahí mismo.
Su mano se levanto y me tomo del pelo fuerte, inclinándose a él que seguía acostado. Nuestras miradas se volvieron a juntar haciendo contacto visual, la diferencia es que la mirada de él era penetrante y fría, mientras la mía era de odio y temor. Recargue mis manos en la cama tratando de no quedar más cercas de su pecho, evitando a todo costo su cercanía con mi piel.
"No me quieras ver la cara de idiota." Enredaba sus dedos largos en cada mechón del pelo, jalando más de este.
"No lo hago… te juro que no estoy intentando algo…" Mentí con un nudo en mi garganta. Mis ojos temblaban al verlo así.
Soltó mi cabello quitándome de encima de él. Me quedé quieta mientras lo miraba, él se levantó de la cama dándome la espalda.
"Bien, entonces me vas a demostrar que dices la verdad." Tomaba un celular, sin alejar la vista de mí. "Marlon, trae ropa para la perra, algo elegante." Cada palabra que salía podía verse su mandíbula tensa.
Alejo el celular de su oído. Daba pasos quedando a mi lado, colocándose de nuevo en la cama. Sacaba un cigarro del cajón que había a un lado, mientras prendía este, sin dejar de verme, sin decir ni una palabra.
"¿Puedo tomar un baño…?" La respiración se iba al no poder alejarme, al tener que sacar una sola palabra para él.
Inhalaba de su cigarro, llevando su vista a otro lado.
"En esa puerta está el baño." Señalo con la mirada, volviendo a verme, esperando algo de mí.
Me levante temblando y desnuda, yendo hacia ella. Al caminar podía sentir su mirada penetrante detrás. Él tenia su mirada en mi espalda, bajando hasta mis nalgas.
Me sentía tan asqueada, necesitaba el baño urgente para limpiar su sudor de mi cuerpo. Abrí la puerta cerrando rápido, sintiendo un gran alivio no estar cercas de Tom. Abrí la llave para meterme rápido y limpiar toda la suciedad que sentía, tallando mi piel con desesperación mientras las lágrimas salían sin control. La respiración se me agotaba y de mi boca salían los murmuros del deseo por matarlo. Pasaron los minutos fríos en el baño, no había manera de pensar en este momento, solo quedaba salir de aquí antes de sentir su escalofriante enojo. Saliendo de aquí pude verlo ahí mismo, esperándome. Tome con fuerza la toalla que apretaba mi cuerpo mojado, esperando lo siguiente que podría venir.
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CHAINED IN HELL ; Tom kaulitz.
General FictionElena Miller se muda sola a ltalia para una mejor oportunidad en su trabajo, sin saber el infierno que le esperaba en este país... Siendo encadenada ante el mafioso más peligroso de Italia. Tom Kaulitz es un hombre guapo, abusivo y violento, que sie...