CHAINED IN HELL ; Tom kaulitz.

Everything will depend on this.

"Levántate."

Me desperté asustada al escuchar la ronca voz de Tom. Estaba parado enfrente mío, viéndome fijamente.

"…¿Qué pasa?" Pregunte asustada.

Me aventó una caja de pastillas anticonceptivas. Las mire por un pequeño momento, tomándolas con nervios.

"Tómatela, no quiero tener que matarte con un bebé en tu vientre." Apuntaba a mi lado, sin apartar su mirada de mí.

Volteé mi mirada al mueble que estaba justo donde apunto, viendo que estaba una botella de agua. Sin dudar la tome para tomarme la pastilla, "¿quién mierda quiere tener un hijo de un monstruo?." Pensé viéndolo con odió corriendo por mis entrañas.

"Cámbiate y cubre tu cuello." Se fue, dándome la espalda.

Tenia miedo por lo que tramaba, la primera vez que salí de este lugar, él me uso para matar a ese señor, no dudaba que hiciera lo mismo ahora.

Me levante de la cama, en busca de ropa, no perdía las ganas de escapar, después de todo seguían ahí, así que decidí obedecer a Tom, esta podría ser la oportunidad de escapar. Seguía pensando en Carla, no sabía nada de ella desde hace 3 días, quería verla, aunque la acababa de conocer me preocupaba mucho por ella. Me puse un pantalón negro junto a una blusa blanca y una chaqueta, aunque no quería llamar mucho la atención, mi ropa no ayudaba en eso. Tuve que ponerme una bufanda para cubrir mi cuello que estaba marcado por el agarre de sus manos, tenia marcas moradas y rojizas, no solo eso, también tuve que limpiar yo misma mi labio roto.

Pov’s Tom:

"Joder Bill, no tuviste suficiente con mi propiedad y ahora te estás follando a otra, para ser peor, te llevaras a ese puta a la casa de Georg, no me jodas. Quien te viera así hermanito." Decía con una risa seca mientras caminaba.

Bill tenia el ceño fruncido, sin mirarme ni responder a lo que dije.

"Tenemos que calmar esto con Walter, no quiero tener que enfrentar a más personas." Confeso Bill, en un tono seco.

"Lo vamos a hacer, si el idiota quiere guerra, pues guerra tendrá." Decía con la misma seguridad que le mostraba a Bill.

El coraje se apoderaba de mí al verlo así, de esta forma, como si nos estuviera subestimando o como si este fuera tan cobarde para no armar una guerra contra estos. Sabía que de todas las personas con las que hemos hecho tratos, Walter era el peor; tenia mucha gente, no solo eso, quería apoderarse de Italia, quería quitarnos nuestro puesto en este lugar, algo que no le iba a permitir. Nadie se mete con mis cosas y menos personas arrogantes como Walter y su maldita hermana que para lo único que sirve, es para ser follada.

"Deja de decir eso, si no quieres que te meta un golpe en este momento.
Debemos tomarlo con calma y por nuestro beneficio." Me miro fijamente, tratando de convencerme.

Me acerqué a él, tomándolo de la nuca, acercándolo a mi mirada fría. "Cállate, Bill." Al decir su nombre, sonó ronco, claramente para que viera lo mal que me ponía escuchar eso. "Aquí el único que te va meter un golpe, soy yo. Eres un maldito estorbo en este lugar, deberías quitarte de jefe y dejármelo a mí." Solté su nuca, mirándolo serio.

Sabía que Bill, estaba cansado de todo esto, de ser lo que era, de no poder controlar lo que era, un maldito psicópata, ambos lo éramos, lo diferente aquí es que los dos teníamos una gran conexión, solo nosotros sentíamos la necesidad de cuidarnos a nosotros mismos. Por eso dije eso, quería que Bill me dejara toda esta carga a mí de una vez, pero era imposible, una vez que entras a esto ya no hay vuelta atrás, ni nuestros pecados serán borrados, ni el odio de todas esas personas a las que lastimamos será olvidado.