The only thing that matters.

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Gruño al venirse dentro de mí, mientras me soltaba para subirse su pantalón junto a su bóxer. Bill estaba agitado, murmuraba y mantenía la mirada en mí.

"Lo siento.. yo… no se que me pasa…" Tartamudeaba caminando hacia atrás, alejándose de mi cuerpo.

Estaba en la misma posición que me dejo. Aterrada sin hacer ni un movimiento, lloriqueando y temblando.

"Maldita sea… joder… ¡Mierda!" Golpeaba su cabeza acercándose a mí con desesperación. Tomaba mis muñecas, quitando las esposas de mis manos temblorosas.

Al hacerlo mis manos se sostuvieron en la mesa, recargando estas en ella para poder levantarme, sintiendo todo esto enfermizo. Mi mirada mostraba enfado, al verlo como mostraba una mirada de arrepentimiento. Me agache para tomar mis bragas y ponerme estas sin dejar de verlo.

"No me mires… me das asco." Mi voz quebrada pedía al quedar las miradas fijas e impregnadas en cada uno.
Sus rodillas golpearon el suelo, lo cual me hizo enfadar más al ver como se impregnaba su cuerpo en él.

"Lo siento, soy un asco… lo se." Murmuró con la voz debilitada y la mirada abajo, pegándola más en sus piernas.

"¿Q-qué…?" Mi voz sonaba débil. Se estaba lamentando por todo lo que me hizo. Qué derecho tenía de hacerlo, lo único que merecía era sufrir lo mismo que yo sentí en este momento. "Déjame ir…" Murmure viéndolo fijamente,  lo único que mostraba era odio.

La mirada de Bill se levantaba, cediendo a verme de nuevo. "¿Qué te deje ir?" Salió una risa seca entre dientes.

Observe como reía sin importarle un poco lo que me hizo; hace rato pensaba que estaba arrepentido, pero ahora mostraba todo lo contrario.

"De aquí no sales viva." Afirmó serio, levantándose del suelo.

Retrocedía al ver como se ponía firme. Temía que me hiciera más daño. Mis muñecas no dejaban de arder debido a los rasguños que provocaron las esposas.

Me tomo del brazo bruscamente, jalando de este a la salida de ese sucio y oscuro cuarto.

"...Suéltame." Pedí con la voz desgarrada apretando su mano que me seguía jalando, sin dejar de temblar por no soltarme.

Al salir de la habitación, seguía quejándome de su agarre, él seguía jalándome sin mirarme; tenia la mirada fijamente enfrente, ambos nos detuvimos al verlo. Tom estaba caminando directo a nosotros, viéndonos fijo y con el ceño fruncido, apretaba sus puños al igual que su mandíbula. Observe como venia con una chica detrás de él.

"¿Qué mierda hiciste?" Pregunto ronco, muy cerca del rostro de Bill.

"Me la folle." Confesó apretando de igual manera su mandíbula.

Tom tomo a Bill de su blusa, apretándolo fuerte y acercándolo más a él. "¡Que mierda te dije!" Su mirada fría y penetrante en Bill, claramente estaba muy furioso.

Mi mirada se quito de Tom para ver a la chica que estaba detrás de él, ella me miraba con despreció. Quitaba mi mirada de ella sin entender nada.

"Estamos enfermos, Tom…" Murmuró entrecortado. "¡Te dije una y otra vez que estamos mal! ¡Somos unos malditos monstruos!" Se escuchaba más debilitada, tomando el brazo de Tom, el cual sostenía fuerte su blusa.

Tom se quedó callado, sin quitar su mirada penetrante de Bill. Ambos mantenían la mirada firme en ellos. Mire como la chica con el vestido muy corto, se acercaba a Tom, poniéndose a su lado, recargando su rostro en su hombro.

"Tom, basta. Vámonos a disfrutar." Pedía en un tono chillón.

Tom volteo a verla sin alguna expresión. Note como la chica se miraba aterrada a su mirada. Soltó a Bill para quitarla de su hombro, después de eso, le dio una bofetada, tan fuerte fue que la chica cayó al suelo.

CHAINED IN HELL ; Tom kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora