"¿De qué mierda hablaba, Elena? ¿Por qué mierda me detengo?" Pasaba por mi mente una y otra vez, mientras miraba a esta chica temblando como un perro. "No… Ninguna chica me va decir eso, ninguna." Murmure acercándome a ella de nuevo, desesperado por querer detenerla. "¡Ninguna!""¡Escuchaste, Elena!" La tome de las piernas para jalarla hacia mí.
"¡No…!" Empezó a patear con ambas piernas.
"¡¡Quien te crees, solo eres una maldita perra aquí!!" Abrí sus piernas para poder ponerme en medio de ellas.
"Tom… no…" Murmuró con terror por apretar su piel fuerte con mis manos duras.
"¡Una maldita puta que sirve para ser penetrada, solo por mí!" Empecé a quitarme la playera, jalando de ella. "¡¡Por Tom kaulitz, ese es mi maldito nombre y debes asustarte cada que lo escuches como todos en este país lo hacen!!" Jale de su cuerpo. "¡Elena, escúchalo una y otra vez!!" Quite su sostén arrancando este bruscamente.
"¡¡Que me sueltes!!" Sus piernas se levantaban bruscamente, llenas de impotencia por sacarme de en medio de ellas.
"¡Agh...!" Me queje al sentir como me pego con su rodilla en mis testículos.
Me quite de encima de ella, apoyándome en la cama con una mano, quejándome del dolor mientras mi mano trataba de quitarlo. No puedo creer que esta chica me haya hecho esto. Elena aprovecho esto para salir corriendo. Sin pensarlo, la tomé del brazo bruscamente, tirándola al suelo.
"¡¡Eres una maldita puta!!" Le tire una bofetada, subiéndome encima de ella, impidiendo que pudiera moverse. Me encontraba sentado en su abdomen, apretando sus brazos pegados en el suelo con mis rodillas.
"¡Agh, suéltame...! ¡Suéltame...! ¡Uhm, que me dejes!" Gritaba desesperada, con la voz quebrada, sin siquiera mirarme, intentando poder mover sus manos del peso de mis rodillas que le estaban aplastando sus brazos delgados.
"Esto es lo que pasa por faltarme al respeto, ¡maldita idiota!" Le grite en su cara. "¿Sabes por qué estoy así? Soy tu jefe y eso significa que puedo hacer lo que quiera contigo, ¡¿oíste, Elena?!" Estaba furioso por su comportamiento, ahora mi rostro estaba a milímetros del suyo.
"¡Tú no eres mi jefe!" Grito mirándome furiosa, pero al mismo tiempo estaba espeluznante por estar en ella.
No puedo creer tus palabras y menos de una mujer que es la mitad de mi tamaño, no puedo creer que se haya atrevido a hablarme así, y mucho menos a faltarme al respeto de esa forma. Estoy tan furioso que empiezo a tomar su pierna del tobillo.
Elena estaba aterrorizada, el verme así, la tenia temblando más de lo que ya lo estaba.
Pov’s Elena:
Mis ojos se abren al ver como Tom estaba encima de mí, tomando mi tobillo, apretando fuerte este con su mano, mis brazos doliendo por el peso de sus rodillas, su mirada impregnada en mis ojos, nunca pensé que este hombre fuera más malo, me equivoque... Tom puede ser el mismo diablo.
"Basta…" Murmure viendo con odió lo que hacía.
Pov’s Tom:
"Hago lo posible para asustarte, para que te des cuenta de a quien le estas faltando al respeto. Estoy tan enojado que me estoy muriendo por asustarte aún más, si." Una sonrisa se formó en mi rostro. "Eso es lo que tengo que hacer." Apreté su tobillo más fuerte.
"¡Aghhh...!" Se quejo fuerte, sintiendo como su tobillo esta siendo estrujado por mi mano.
Pov’s Elena:
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CHAINED IN HELL ; Tom kaulitz.
General FictionElena Miller se muda sola a ltalia para una mejor oportunidad en su trabajo, sin saber el infierno que le esperaba en este país... Siendo encadenada ante el mafioso más peligroso de Italia. Tom Kaulitz es un hombre guapo, abusivo y violento, que sie...