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CAPÍTULO NUEVE
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CONEXIÓN
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Al llegar, Barbatea la bibliotecaria tenía su cabeza metida detrás de un gran libro, al verlas les sonrió. A Bloom se la cruzó en varias ocasiones pero a Frostine solo la vió una vez, cuando la muchacha tenía que completar una tarea teórica sobre la historia de Alfea.
──¿Aún trabajas en el proyecto de historia de la magia? ──le preguntó a la pelirroja, volviendo a centrar su mirada en la lectura.
──Más o menos, ahora estoy buscando un libro, pero no sé por dónde comenzar. Solo tengo un nombre.
──Vayan hacia el atril de búsqueda, detrás de aquellos estantes y di el nombre, la biblioteca te lo buscará.
──Que genial, vamos ──Frostine tiró de Bloom, siguiendo las indicaciones de Barbatea──. Debería instalar un sistema así en mi castillo, sería útil.
──¿Es muy grande?
──Más que este si y muy... Mágico. Si lo vieras te gustaría.
Al llegar al atril dorado con forma de mariposa, Bloom apoyó su mano y exclamó muy segura──. ¡Daphne!
──Creo que debías ser más específica ──la albina sonrió al ver el diccionario que fue traído hacia ellas. Puso su mano y dijo──. Hada Daphne.
⊱ Daphne, una de las Nueve Ninfas de Magix, las hadas supremas que gobernaron la dimensión mágica durante el león después de la desaparición de los dragones ⊰
──Daphne Ninfa de Magix ──exclamaron ambas y más de veinte libros empezaron a revolotear alrededor. Frostine se quejó al ser golpeada y Bloom cubrió a Kiko de ser aplastado.
Al ver tal alboroto, Barbatea se alarmó y esto incrementó cuando la puerta sellada de los libros raros comenzó a temblar.
Más y más libros vinieron, atrapando a ambas jóvenes en lo que parecía un remolino.
──Cerrados ──todos cayeron inertes ante la voz de Faragonda──. El sistema de búsqueda de la biblioteca necesita una revisión.
Frostine se había mareado por lo que se encontraba sentada en el suelo, su cabello alborotado y mirada perdida le daban un aire de locura. Bloom la ayudó a levantarse, estando igual de despeinada.
