Capítulo Cuatro.

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Viernes por la mañana. NamJoon caminaba por los pasillos de la empresa de su padre haciendo resonar sus zapatos bien boleados color negro, vestía un traje color a juego de los zapatos que era adornado con un chaleco de tres botones, una corbata azul marino y un abrigo largo color gris. Sus cabellos bien peinados y todo en él olía a ser un hombre fuerte y varonil, un hombre que con solo tronar los dedos una sola vez, el mundo le sería servido en bandeja de plata.

Ese era Kim NamJoon.

Atrás de él, su secretario JiMin quien no paraba de hacerle preguntas de quien era la persona que había elegido para tener una relacion y próximamente un matrimonio si la noche anterior se negaba a ser uno más del montón que se casan solo por conveniencia.

Y NamJoon estaba cansado así que cuando entraron a la enorme oficina y las puertas fueron cerradas decidió contarle todo. Con todo y absoluta verdad.

- Sólo es un trato, JiMin- comenzó el mayor bajo la atenta mirada del rubio-. Y te seré sincero solo porque eres mi secretartio desde que llegué a la empresa, conoces más de mi vida que mis propios padres así que confío en que comprenderas la situación.

Park hizo una mueca conmovido por las palabras reales de su jefe y esperó paciente a que le contara. Claro que sin esperar a que lo qué estaba a punto de escuchar era la peor de las ideas que algún tipo rico cómo lo era su jefe fuera capaz de hacer.

-Aún no sé su nombre, de hecho debí preguntarle antes de empezar con el contrato- JiMin frunció el ceño esperando cualquier cosa menos esa-. Bueno... no es alguien importante en el mercado así que no hay tanto problema si nos llegamos a separar. De hecho hay dinero de por medio y por eso ocupo de tu ayuda. ¿Traes contigo la Macbook?

JiMin suspiró y asintió antes de sacar de su mochila la Macbook, se sentó en una silla frente al escritorio y se apoyo en este preparando las cosas para empezar a escribir.

- La suma que se le será entregada es de treinta mil dólares- JiMin tosió discretamente con el corazón en la garganta todavía por la sorpresa. Pero él no podía hacer ni cuestionar las ordenes de su jefe, así que siguió atento-. Le entregaremos quince mil dólares al inicio de la próxima semana y los quince mil restantes cuando se acabe el contrato, eso será en siete meses.

- Señor...- se atrevió a decir el menor antes de que siguiera-. ¿No cree que eso es demasiado riesgoso?

- No- aseguró-. Sigue escribiendo.

Park apretó los labios sintiéndose por alguna razón como si fuera perro regañado o como si fuera el hermano menor de tres hijos a quién no le daban derecho de opinasr en las decisisones familiares solo porque pensaban quen no era lo suficientemente maduro como para opinar o dar una solución.

- Bien- continuó Kim-. Pondre algunas reglas así que apunta bien; nada de sentimientos durante el contrato, detrás del publico no seremos para nada románticos y los besos están de nuestro limite. Tiene que aprender todo sobre mí y aceptará la vida falsa que se le inventara, obviamente no diremos que es un prostituto, eso mancharia mi reputación.

- No decir que es un prostituto...- murmuró JiMin bastante concentrado antes de caer en cuenta sobre las palabras del mayor-. ¡espere, qué!- se puso de pie casi de inmediato y NamJoon solo hizo una mueca fingiendo que no había dicho nada mal.

- ¿Si anotaste bien?- siguió fingiendo indiferencia mientras desviaba la mirada hacia su computadora que estaba apagaba. Fingiendo con el mause que movia y seleccionaba varias cosas.

- Señor- Park suspiró poniendo sus manos en la cadera en forma de jarra-. Sé que yo no debo involucrarme en sus desiciones pero gracias a los años que llevo sirviendo para usted se que puedo decirle que es una pésima idea. ¿Un prostituto? Esos son los peores.

Pretty Boy -NamJin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora