Capítulo Ocho.

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La historia que JiMin había creado para ellos era muy emotiva a la vista de SeokJin.

Era una noche fría, NamJoon no podía conciliar el sueño por tanto estrés acumulado en el trabajo así que decidió salir por una taza de café, encontrando así una pequeña pero acogedora cafetería.

Era extraño que en un horario de diez pm un local como ése estuviera abierto. Pero lo ignoro sin ver el letrero de 24hrs abierto, y en un de las mesas afuera pidió un americano.

La mesera lo atendió con una media sonrisa y justo cuando su taza estaba a punto de acabrse, alguien recorrió la silla a un lado suyo.

Ahí, frente a él, el hombre más lindo que había visto en su vida apareció, con un abrigo negro que resaltaba su piel blanca mientras el aire hacía revolotear su cabellos.

- ¿Puedo sentarme aquí?- preguntó y NamJoon sólo atinó a asentir, viéndolo sonreírle levemente mientras tomaba asiento en la silla frente a él-. Mi nombre es Sur.

- NamJoon- contestó y los dos se sonrieron confidentes.

Después de eso, una larga platica sobre pensamientos que tenían en común y otros que no eran tan comunes entre ellos. Política, música, clima y por sibre todo gustos en el arte.

Resultaba que SeokJin era un excelente actor de teatro que había viajado a los Estados Unidos en cuanto se graduó en busca del sueño americano. Y al no encontrarlo decidió empezar a ser recidente y disfrutar de los bellos paisajes que el país contaba.

Después de dos tazas de café más y tres de té, la conversación acabó y con una promesa de volver a verse en el mismo lugar la noche siguiente, se despidieron.

Siguiente a eso, más citas divertidas y muy románticas, les hicieron dar cuenta a los dos que estaban sintiendo cosas y que no querían esperar más a comenzar una relación. Hasta el día de hoy, claro.

SeokJin pudo pensar que era una historia muy romántica, aunque era todo lo contrario porque era muy cliché y en esos tiempos lo cliché era como una advertencia a que las cosas estaban yendo mal. ¿Por que no ser originales? Se pudieron conocer en un salto en paracaídas mientras el cinturón de seguridad de Jin fallaba y en un acto heroico NamJoon lo rescataba y así se enamoraban a primera vista.

No, todo tenía que ser acorde a la realidad. Y para JiMin quien estaba en contra de aquella farsa no le quedó de otra más que decir la primera historia tonta que leyó en internet.

Finalmente, después de que JiMin terminara con su histiria de amor, NamJoon se dirigió a SeokJin una vez mas.

- De mi parte seria todo, pero aún puedes poner una condición. ¿Ya pensaste en eso?

SeokJin asintió levemente, había pensado en ello mientras el abogado Min discutía con JiMin de porqué Sur debía tomar té y no café.

Realmente a Jin ni siquiera le gustaba el té ni mucho menos el café. Asi que daba igual cuál escogieran. Aunque según YoonGi hacerlos polos opuestos sería más emocionante para la historia. Una historia inventada más que nada.

- Pues... tal vez el respeto- contestó timido ante la mirada de curiosidad de los demás.

-¿Respeto?

- Si- asintió seguro-. Me refiero a que usted no puede decirme absolutamente nada sobre mi vida cómo... pues cómo prostituto. Y también no puede meterse en mis asuntos queriéndome regresar a Corea solo porque piensa que es lo correcto.

- ¿Quisiste regresarlo a Corea?- preguntó YoonGi cómo si eso fuera muy extraño y por alguna razón NamJoon se sintió juzgado.

- Pensé que era lo correcto- contestó intentando restarle importancia al tema.

Pretty Boy -NamJin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora