BEATRIX—Andrea, lo que me estás pidiendo es absurdo ¡No lo haré!— grité frustrada.
—Sabes que no estaría aquí si no fuera algo importante. La vida de mi hija depende de ti.— Su voz se quebró mientras las lágrimas llenaban sus ojos—. Si aún la quieres, aunque sea un poco, por favor— me miró suplicante.
¿Qué esperaba que dijera cuando me decía cosas como estas?
No quería ser la villana de la historia, pero realmente lo último que deseaba era volver a ver a Taylor.—No vayas por ahí, por favor... ¡Dios! ¡No me hagas esto!— apreté los puños.
—Te prometo que solo serán unos días. En cuanto el médico diga que Taylor está fuera de peligro, yo misma le diré toda la verdad.— Su desesperación me conmovió. Después de todo, ella solo era una madre preocupada por su hija.
¿Qué culpa tenía ella de lo que Taylor había hecho?
Suspiré repetidas veces, buscando la calma. No quería hacer esto, no quería estar cerca de Taylor, pero tampoco quería cargar con la culpa. Me conocía lo suficiente para saber que jamás podría perdonarme algo así. Si le pasara algo malo, me odiaría a mí misma por el resto de mi vida al saber que pude haber hecho algo por ella.
Además... Solo serían unos días.—De acuerdo, lo haré— dije finalmente, resignada. La mirada de Andrea se iluminó como si le hubiera dado la mejor noticia del mundo.
—Gracias, gracias.— Al instante se levantó de la silla para abrazarme, dejando un rastro de lágrimas en mi abrigo—. Lo siento.
—No te preocupes— me separé lentamente—. Solo hago esto por ti, que quede claro— le aseguré, tratando de sonar firme.
—Eres una chica estupenda, Bea. Lo supe desde la primera vez que mi hija te llevó a casa— dijo con una sonrisa—. Aún no entiendo cómo Tay te dejó ir.
Sus palabras me desestabilizaron un poco. Honestamente, creía que ya era un tema superado. No me gustaba pensar en ello porque ni yo misma lo entendía. Un día me amaba y al siguiente...
Simplemente, había encontrado a alguien más.
[...]
Andrea me dio un último apretón en el brazo antes de salir, dejándome sola con mis pensamientos. Me dejé caer en el sofá, sintiendo el peso de la decisión que acababa de tomar. Tomé un cojín y lo coloqué sobre mi rostro para soltar un grito de frustración.
Miré alrededor de mi sala de estar, buscando algún tipo de distracción. Mi mente corría a mil por hora, recordando cada detalle de mi relación con Taylor y nuestro trágico final. Lo que inevitablemente dirigió mis pensamientos a Dua.
¿Cómo le explicaría esto?
Después de todo lo que Dua hizo por mí para ayudarme a superar a Taylor, después de las noches interminables de insomnio, las lágrimas, el dolor y esos días en que no podía siquiera salir de la cama, Dua no me había dejado sola ni un momento. Habíamos luchado tanto por nuestra relación, y ahora, cuando finalmente había encontrado un poco de paz, estaba a punto de tirar todo por la borda.
¿Cómo podría verla a la cara?
Después de todo lo que dije sobre no querer volver a ver a Taylor en mi vida, solo bastaron unas cuantas palabras para reconsiderarlo todo.
Con las manos temblorosas, tomé mi teléfono, dudando. Finalmente, con un suspiro profundo, decidí enviar un mensaje a Dua, explicando la situación de la forma más honesta y clara posible. Sabía que no sería fácil para ella, especialmente porque Taylor no era su persona favorita. Pero confiaba en nuestra relación lo suficiente como para creer que ella entendería.
Presioné enviar y sentí cómo la ansiedad se retorcía en mi estómago. Mientras esperaba su respuesta, comencé a preparar una maleta con lo esencial, sabiendo que pronto tendría que enfrentar a Taylor y todo lo que eso implicaba.
;)
Tuve este sueño en el que me vino la idea de esta historia y no pude simplemente volver a dormir, así que aquí estoy.
Y como no tengo autocontrol tuve que publicarla ya.
Pues nada que espero que les guste y eso.
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Champagne problems | Taylor Swift
FanfictionTaylor ha tomado malas decisiones en su vida, ha confiado en las personas equivocadas, sin duda ha cometido muchos errores... ¿El peor de ellos? Dejar ir al amor de su vida Pero no esta vez, la vida le había regalado una segunda oportunidad y estab...