TAYLOR
—Lo siento tanto, Taylor.— Lo primero que sentí fueron los cálidos brazos de Beatrix alrededor de mi cintura, casi sacándome el aire.
—¿Bee?— intenté apartarla suavemente para mirarla a la cara, pero no me dejó—. ¿Qué pasa? ¿Estás bien?
Al final, logré inclinarme lo suficiente para verla, y ahí estaban, lágrimas deslizándose por sus mejillas.
—Bee, me estás asustando...
—Estuve leyendo los diarios.
Oh. Claro, era eso.
Abrí la boca para decir algo, pero ella me interrumpió.
—No digas nada, por favor.— Su voz se quebró, su respiración era errática, y sentí sus dedos temblar contra mi espalda. Me quedé en silencio, esperando, dándole espacio. Quería que hablara cuando estuviera lista, pero verla así me dolía.
Los segundos se sintieron como una eternidad antes de que hablara de nuevo.
—No tenía idea de que te sentías así— tomó aire, tratando de calmarse, pero su voz fallaba—. Dios, todo este tiempo te culpé por todo, cuando fui yo... fui yo quien te hizo sentir así.
—Bee, no creo que...
—No, Taylor. Escúchame— negó con la cabeza y me miró a los ojos, apretando mi cintura como si eso fuera lo único que la mantenía en pie—. No hay nadie más importante para mí que tú. Lo sabes, ¿verdad?— Me miró con esos ojos que, a pesar de las lágrimas, seguían cargados de determinación.
—Y-yo...— balbuceé, sin saber qué decir.
—Déjame ponerlo claro entonces— dijo con más fuerza, su mirada aún clavada en la mía—. Me gustas. Me gustas tanto que ni siquiera creo que sea humanamente posible sentir tanta atracción por alguien. Creo que eres hermosa, siempre lo has sido y siempre lo serás. Por favor, no pienses que... que alguna vez podría cambiar eso. Y mucho menos, nunca, jamás, por algo tan insignificante como tu edad.
Aunque quise responder, no pude. Algo se había atascado en mi garganta.
Beatrix, hizo una pausa, como si le costara admitir lo siguiente.
—Lo siento— continuó ella, su tono volviéndose más suave, como si cada palabra la desgarrara por dentro—. Lo siento tanto, Taylor. Lo siento por haberte hecho sentir insegura. Lo siento por no haber estado ahí cuando lo necesitabas; en tu cumpleaños, ni en esas fechas especiales que eran importantes para ti. Tenías razón, debí haber estado ahí, lo sé. Fui una tonta, y te fallé. Me centré tanto en lo que otros necesitaban, en ayudarlos y ser una "buena amiga" que te dejé a ti de lado.— Su voz se quebró otra vez, y sus ojos se llenaron de más lágrimas—. Cuando tú debías ser mi prioridad, tú y nadie más.
—Bee...— intenté hablar, pero ella siguió, como si temiera que si se detenía, no podría continuar.
—No hay nadie más importante para mí que tú, Taylor. Y lo siento, porque no importa cuanto lo creyera o cuantas veces lo dijera, cuando tú no podas sentirlo, cuando te quedabas en casa creyendo que ya no me importabas.
Negué lentamente, el nudo en mi garganta haciéndose cada vez más grande.
—Me alejé cuando más me necesitabas. Sabía que algo estaba mal, y en lugar de enfrentar lo que nos estaba pasando, escapé. Fui cobarde. Es mi culpa, Taylor. Nuestra relación terminó porque yo la dejé morir.
—Eso no es cierto, Bee. Sabes que no es así...— Mis palabras salieron débiles—. No puedes culparte solo a ti. Ambas cometimos errores.
Ella bajó la mirada, mordiendo su labio, como si estuviera peleando consigo misma.
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Champagne problems | Taylor Swift
FanfictionTaylor ha tomado malas decisiones en su vida, ha confiado en las personas equivocadas, sin duda ha cometido muchos errores... ¿El peor de ellos? Dejar ir al amor de su vida Pero no esta vez, la vida le había regalado una segunda oportunidad y estab...