Champagne problems | Taylor Swift

i remember when...

OMNISCIENTE

[PRESENTE]

—¿Qué fue lo que pasó realmente, Bee?— La voz de Taylor rompió el silencio sorprendiendo a Bea, que pensó que ya estaba dormida.

Bea se dio media vuelta en la cama para ver a Taylor a la cara. La luz tenue de la lámpara de noche iluminaba parcialmente el rostro de Taylor, resaltando la seriedad en su expresión.

—¿De qué hablas?— intentó sonar casual mientras se acurrucaba bajo las sábanas.

—No puedes engañarme, Blyton. Es obvio que estás triste. Solo mira tu cara. Si alguien te hizo algo, te juro que se van a arrepentir toda su vida— Bea se sorprendió. Taylor nunca se involucraba en nada relacionado con su trabajo, era casi como si ni siquiera se conocieran en ese aspecto de sus vidas.

—¡¿Qué?! No, no, por supuesto que no, es solo que... no lo entenderías— dijo, desviando la mirada y apretando la almohada con fuerza contra su pecho.

Taylor se incorporó en la cama, cruzando las piernas mientras observaba a Bea con atención.

—Pues entonces explícame, quiero entender— Bea notó la preocupación genuina en sus ojos.

—Taylor...

—Sé que bebiste. No quise decir nada antes para no causar problemas, pero estoy preocupada por ti.

—No terminaré como mi abuela si eso te preocupa— Bea se encogió de hombros, tratando de desviar la conversación mientras miraba hacia el suelo.

—Beatrix, estoy hablando muy en serio— dijo buscando su mirada.

—¡Yo también! Lo tengo controlado, el alcohol no es un problema para mí.

—¿Desde cuándo bebes?

—No lo hago regularmente. Tan solo un par de veces cuando todo se vuelve muy abrumador. Solo quería desconectarme un poco, sentir que podía olvidarme de todo, aunque fuera por un momento.

—Bee... No estás sola. Sé que no soy la mejor versión de mí misma en este momento, pero siempre puedes contar conmigo. Sé que desde mi accidente has estado lidiando con mucho, pero eso no significa que tengas que dejar de lado tus sentimientos solo para hacerme sentir mejor. Somos una pareja y no soporto verte así y no saber cómo ayudarte— Taylor extendió la mano, tocando suavemente la mejilla de Bea.

—Estoy bien.

—Prométeme que no volverás a recurrir al alcohol para lidiar con tus problemas. Podemos encontrar otra manera, juntas. Conozco este camino y no es lo que quiero para ti. Siempre estaré a tu lado, Bee. Pase lo que pase.

—¿Qué fue lo que realmente te pasó, Taylor?— su rostro mostraba su genuina confusión.

—¿Por qué lo dices?— le devolvió la pregunta.

—No lo sé, es como...— Bea hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas—. Es como si no solo hubieras perdido la memoria, pareces una persona completamente diferente— finalmente admitió.

—¿Cambie demasiado?— Taylor se inclinó hacia adelante, tratando de leer la expresión en el rostro de Bea.

—Sí, bastante, al menos en los últimos meses. Te volviste más fría, distante. La antigua Taylor no se habría preocupado por saber lo que me pasa— Bea giró la cabeza, evitando el contacto visual.

—Pues muy bien, muerte a la antigua Taylor, era una idiota al parecer. Tal vez después de todo el accidente sirvió de algo— reflexionó.

—¿Pero qué dices?— Bea preguntó, con una risa nerviosa que parecía un intento de aliviar la tensión.