Shooting Star (Reapers #1)

Capítulo 8

Perdiendo la cabeza

El resto de la fiesta fue un borrón de imágenes, mi mente seguía estancada en los misteriosos "compañeros de baile" ¿Quién era el chico misterioso? ¿Qué demonios quería Lucas? Además la presencia de personas desconocidas me tenía intrigada, nunca alguien se había colado en uno de los eventos de mi padre ¿Qué estaba pasando? No tenía respuestas y eso me volvía loca. Estuve todo el fin de semana pensando en eso, hasta había hecho un diagrama ¿Qué estaba mal conmigo? No lo sabía. Los sueños extraños también se mantuvieron, fue como si mi mente recordaba algo pero no entendía que era.

-Destine.

Esa voz dulce y aterciopelada se colaba entre mis pensamientos muy seguido. El lunes me sentía al borde de una pequeña crisis nerviosa. Por primera vez, las cosas no estaban en mi control. Había contratado a un investigador privado para que averiguara a Lucas y sus amigos, pero todavía no me ha dado respuesta. Iba de modo automático cuando Lucas tropezó conmigo, un deseo irracional de matarlo corrió por mis venas. Él debe morir. Sin pensarlo empuje a Lucas y él sorprendido por mi arrebato se tambaleó hacía atrás, en su rostro vi fugazmente miedo que cambió rápidamente por una expresión de rabia y rencorosa. Rayos. Lo había enfurecido. Sin querer darle importancia me fui antes de que abriera la boca. No me di cuenta de que sonreía hasta que Ash me pregunto cuál era el chiste, solo me reí. Ya está, ya perdí la cabeza.

Aiden había regresado. En el almuerzo salí corriendo para verlo, a pesar de que no pensé mucho en él, lo había extrañado, sólo que lo extrañaba como a un amigo, no como un novio.

-Des- me voltee ante el sonido de esa voz tan familiar.

-Aiden- dije en un susurro mientras corría hacia sus brazos.

Estaba tan feliz de verlo. Me atrapó en sus brazos y me hizo girar, los demás nos veían pero no me importaba, le di un beso demostrándole cuanto lo había extrañado. Pero él se alejó rápidamente, dejándome confundida como el infierno.

-¿Qué demonios Aiden?- dije ya imaginando por donde venía la cosa.

-Nada, solo que todos nos están viendo- dijo mintiendo descaradamente.

-OK- dije alejándome a clases, cuando iba a entrar al salón Aiden me detuvo y me besó, sus labios eran dulces como siempre, enrede mis dedos en su cabello mientras él me acercaba más a él por la cintura. Alguien detrás de nosotros se aclaró la garganta.

-Señorita Destine, nos haría el favor de entrar- pregunto el profesor.

Sonrojándome un poco le di un guiño pícaro a Aiden mientras él me sonreía y se alejaba de espaldas. Una sonrisa de felicidad se extendió por mi rostro, de verdad había extrañado a Aiden. Aunque una parte de mi estaba escéptica, Aiden había actuado muy raro, me recordó a la vez que me engaño con Sarah pero eso sería imposible. ¿No?

En la salida vi a Sarah mirándome muy feliz, algo estaba pasando y no era bueno.

-Hola bebe- dije al llegar a donde Aiden.

-Hola Des, tenemos que hablar- dijo tomándome las manos.

-OK, se te está haciendo costumbre- dije cortante, demonios ya sabía lo que quería hablar. Nos guío hasta un salón vacío.

-Dilo ya, estuviste con Sarah ¿No? -dije saltándome el intro de "no eres tú, soy yo".

-Sinceramente no pensaba que te fueras a enterar tan rápido- dijo suspirando, que idiota -Estuve con Sarah mientras me fui con mis padres, lo siento Des, pero lo nuestro no ha funcionado desde hace mucho tiempo, sin ofender pero ya no te veo como algo más que una amiga- dijo casi con lástima, oh yo le iba a enseñar que era la lástima -No quiero lastimarte pero creo que es mejor para ambos separarnos.

Fue como si me dieran un golpe en el estómago, me engaño con la arrastrada de Sarah. Todo lo que dijo se sintió tan ensayado, el muy estúpido lo tenía planeado, pero yo no iba ser humillada por él, iba a salir de esto con la cabeza en alto.

-Aiden, corazón tranquilo, no sabes lo feliz que me hace esta noticia- dije dulcemente, como si el me estuviera haciendo un favor -La verdad es que todo hubiera sido más fácil si tan solo me lo hubieses dicho antes, yo tampoco me siento enamorada de ti, lo de Sarah me da igual, sinceramente me estaba aburriendo de nuestra "relación"- dije fríamente como la reina que era -Además Lucas no ha dejado de buscarme, tal vez sea hora de darle una oportunidad ¿No crees?- Aiden estaba en shock, sin poder creer lo que decía ¿Esperabas lágrimas y ruegos? Te equivocaste de chica -Espero que te vaya bien con Sarah, te puedo asegurar que a mí me irá excelente, adiós.

Me fui con la cabeza en alto y el corazón destrozado. Todo lo que quería era llorar pero tenía práctica y si lloraba la regalada de Sarah ganaría y eso jamás. En la práctica estaba tan molesta que les exigí el máximo a las chicas, hasta comenzamos una nueva rutina, la única que se dio cuenta de que no estaba bien fue Ash.

-Des, ¿Qué te sucede?- dijo mientras caminábamos a mi auto.

-Nada, por cierto, no creas que me olvide de ti y Robert, cuéntame los detalles- dije distrayéndola un rato mientras me contaba que salió en una cita con Robert y que habían cuadrado otra para esta semana. Pensé que se le había olvidado lo que me pasaba cuando íbamos llegando a su casa me preguntó de nuevo que me pasaba.

-Aiden y yo terminamos- dije tan fría como pude pero se me salió una lágrima, Ash se dio cuenta y me abrazó.

-Creo que necesitas una noche de chicas- dijo Ash.

Asentí porque no podía hablar, me sentía muy mal. Ash habló con sus padres y se quedó conmigo, al final llore más y vimos toda la saga de crepúsculo. Tenía mucha suerte de tener una amiga así como Ash. A pesar de que estaba triste por terminar con Aiden me di cuenta de que le dije era cierto, ya no había nada que se interpusiera entre Lucas y yo, lo tendría a mis pies y luego lo destrozaría. Creo que eso me ayudaría, sería como mi propia terapia.

A la mañana siguiente me desperté con un propósito, conquistar a Lucas. Me puse un vestido ajustado de color negro de dos piezas y unas sandalias negras, me maquille natural y me alisé el cabello. Me veía lista para cazar. Prepárate Lucas, no sabrás lo que te golpeó.