Capítulo 5

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En el agujero del conejo

Era el día del maratón y todo estaba listo, hicimos nuestra parte y luego nos fuimos, se suponía que iría a la fiesta que yo misma organicé, pero en cambio me encontraba contemplando la casa de Lucas, preguntándome qué clase de secretos escondía y porque me importaba tanto.

Vi que Lucas salía y me deje llevar por un impulso que me decía que entrara a su casa y averiguara quien era él.

Me vestí de negro completamente pero siempre a la moda, rodee la casa y encontré una ventana entre abierta, se veía bien para poder entrar.

La termine de abrir y entre con un salto, la habitación estaba oscuro y tropecé con algunas cosas haciendo mucho ruido, como ninja moriría de hambre, buscaba el interruptor cuando la luz se prendió de pronto, deslumbrándome. Era Lucas. ¡SANTAS CHILLATAS!. Me paralice tratando de encontrar un escondite pero era muy tarde, Lucas ya me había visto y no se veía muy feliz, no es que esperara que me hiciera un recorrido por su casa y me contara sus secretos, ¡pufh! para nada.

-Hola Destine ¿A qué se debe tu visita?- dijo Lucas levantando una ceja cuando dijo "visita". Trágame tierra.

-Quería saludarte e invitarte a mi fiesta- dije en un tono muy dulce.

-¿Por qué, no sé, tocaste la puerta como la gente normal Destine?- estaba aún más molesto si eso era posible.

-Me pareció más divertido de esta forma.

-Al parecer no compartimos el mismo sentido del humor ángel.

-Oh bueno- me estaba exprimiendo el cerebro buscando una forma de salir viva -Entonces me voy, ya que no aprecias mi sentido del humor.

En cuanto lo dije Lucas tranco mi paso y se me acerco como un león a su presa, estaba tan cerca que podía sentir su aliento rozar mis mejillas. Mire a sus ojos y fue como ahogarme en un piscina azul cristalino, sus ojos ya no parecían de cristal, fríos e inalcanzables, esta vez él quería ahogarse conmigo en esos sentimientos extraños.

Cerré los ojos y sentí como sus labios tocaban los míos, un simple roce y ya yo quería más, así que puse mis manos alrededor de su cuello y profundice el beso, nuestras lenguas empezando un baile, gemí y Lucas me acerco más a él. Fue como estar volando, mi mente recordó una frase, "Tres metros sobre el cielo, el lugar de los enamorados" pero yo estaba más allá de ese lugar, estaba en un mundo nuevo, lleno de luz y calidez, sentía como mi alma quería unirse a Lucas mientras nos seguíamos besando, en ese momento Lucas rompió el beso respirando pesadamente, yo ni siquiera respiraba, no podía, solo quería seguir besándolo así que lo hice, lo bese de nuevo y fue mejor esta vez. Cuando nos separamos de nuevo Lucas me abrazo con suavidad, como si no quisiera romper este mágico momento, mi banda sonora interior estaba tocando Magic de Coldplay. Luego me di cuenta que era mi celular.

-¿Hola?

-¿Destine? ¿Dónde estás?- era Ashley, sonaba preocupada.

-Estoy en casa de Lucas- no tenía cerebro para pensar una excusa.

-Tus padres están preocupados, al parecer un chico en la fiesta se emborracho y tuvo un accidente.

-¡¿Qué?! Ya va, no entiendo. ¿Qué paso?- Rayos, yo debía estar pendiente de eso, ahora todo el mundo pensara que mis fiestas son las más desastrosas.

-Lo sé, cálmate. Tus padres están furiosos, sabes que eso es malo para la imagen de Coverblue.

¡Demonios! Ahora si estaba en problemas, mis padres iban a matarme. Tenía que pensar algo para decirles.

Shooting Star (Reapers #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora