Epílogo

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Vi como la metían en la patrulla, ella llevaba una mirada perdida, como si no hubiera nadie en esa cabeza. Me sonreí para mis adentros, era una lástima que Sarah y Parker tuvieran que morir, ellos eran buenos perritos falderos, pero no importaba. Destine estaba cerca de perder la cabeza y una vez que lo hiciera, mi amor tomaría su poder y seria invencible. Ambos lo seriamos.

Él me había dicho que fuera paciente pero ya habían pasado casi seis meses y yo no podía esperar más por lo que le había dicho a mis súbditos que tomaran al chico y lo mataran, necesitaba quebrarla. Y funciono, sabía que él estaría feliz por mis progresos, pronto estaríamos juntos de nuevo. Sentí su presencia antes de verlo. Me voltee y me lance a los brazos de mi mate pero él no me abrazo sino que me tomo de los brazos, se veía furioso y no lo entendía.

-¿Por qué no estás feliz, amor? –pregunte mientras lo acariciaba.

-Te dije que esperaras –dijo él molesto.

-Pero yo estaba harta de esperar –me queje –Y de todos modos funciono.

-Por poco –dijo él renuente –Si se moría todo nuestro trabajo hubiese sido en vano.

-¿Es eso o es algo más? ¿No te estarás encariñando? –dije molesta y llena de celos. Él era mío.

-¿Cómo puedes decir eso? Yo te amo es a ti –dijo y me jalo para besarme con fuerza –Eres mía.

Gemí en sus labios, contenta por su respuesta. Lo acerque más a mí, enredando mis manos en su cabello. Cuando se separo de mí, me queje.

-Tienes que volver y esperar a que te de la señal –dijo con un tono de advertencia.

-Está bien –dije con un puchero. Él me beso una última vez y desapareció en la noche.

Al demonio que iba a esperar. Tenía planes de quedarme y hacerle la vida un infierno a Destine. No dejaría que me separase por más tiempo de mi mate. Era hora de que me encargara de esto. Destine no sabrá lo que la golpeo. Primero tenía que ver a alguien mas esta noche. Volé por unos minutos antes de sentarme en la plaza de Coverblue. Mi acompañante ya esperaba por mí.

-¿Qué haces aquí, Rebekah? –pregunto él.

-Quería saber cómo estabas –dije con falsa dulzura mientras lo miraba, él se encontraba bastante acabado, con sombras bajo sus ojos y también había perdido peso, la guerra le estaba afectando –No es fácil saber que casi pierdes a tu mate –dije con burla.

De pronto él me agarro del cuello y empezó a ahorcarme. Yo solo le sonreí, esperando a que me soltara. Él no me mataría, no hoy por lo menos. Claro ganas no le faltaba pero él no deseaba crear una guerra entre reinos, no con la que ya se estaba llevando a cabo.

-Déjame en paz. Ve detrás de tu mate a ver si te regala algo de atención –dijo él con amargura –Últimamente ya no tiene tiempo para ti pero si para Destine.

No pude evitar dejar salir un gruñido con lo que él había dicho. Era verdad que mi mate estaba pasando demasiado tiempo con esa niña pero pronto todo eso cambiaria.

-Tal vez tú deberías estar más pendiente de ella. Esta noche casi pierde la cabeza, aunque no es que esta muy cuerda ahorita –dije y sonreí mientras recordaba su rostro.

-Deberías irte mientras puedes, esta noche no me importa mucho las reglas o la guerra –amenazo él y lo tome como mi pista para irme.

Mi trabajo estaba hecho de todos modos, sabía que él estaría ahora más preocupado por su pequeña humana y no le prestaría tanta atención a sus amigos, como debería. Ahora mi siguiente paso, dividir para conquistar. Vi mi objetivo en la distancia y sonreí, esto sería tan fácil y divertido, pobre princesa si piensa que su vida no podría estar peor es porque no sabe lo que viene.

Shooting Star (Reapers #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora