Diez años habían transcurrido desde el acontecimiento que generó un cambio radical en la vida de Marcy Wu y sus amigas. Diez años desde que vencieron al Núcleo y salvaron a Amphibia y la tierra de ser destruidas. Diez años desde que se vio obligada a mudarse a otra ciudad lejos de la gente que amaba. Diez años desde que sus problemas se salieron de control.
Sin embargo, a pesar de todo lo anterior mencionado, hoy estaba de vuelta en la ciudad que tanto añoraba: Los Ángeles, California.
Sasha ya se encontraba ahí, a las afueras del aeropuerto, esperando con un deje de impaciencia el regreso de la torpe pero adorable nerd.
En el lugar se llevó a cabo un encuentro conmovedor entre ambas jóvenes mujeres. Una reunión llena de abrazos y una que otra lágrima de felicidad; tanto tiempo habían esperado por ese día.
Marcy abordó el convertible rojo de Sasha y de camino a casa estuvieron platicando de sus nuevas vidas, de sus empleos, y sobre todo de Anne, la tercera integrante del trío, a quien le celebrarían su cumpleaños número veintitrés ese mismo día.
"¿Estás segura de que no te causo alguna molestia? Digo, puedo instalarme en un hotel si..."
"Marcy, no empecemos, te he dicho que no." La rubia la interrumpió, evitando que su compañera concluyera su frase. "Sabes que puedes quedarte en mi departamento todo el tiempo que quieras, mi casa es tu casa. Además, hay que ponernos al día con muchas cosas, no te dejaré ir tan fácil." Dijo, guiñándole un ojo, pero sin apartar mucho la mirada del frente.
Una sonrisa se alargó en los labios de la muchacha pelinegra. Odiaba sentir esa inseguridad en ocasiones, con todo el tiempo y las sesiones de terapia, aún batalla muy duro por controlar las emociones negativas que repentinamente afloraban.
"Gracias, Sash."
Tras varios minutos de viaje y charlas divertidas, llegaron a su destino. Sasha ayudó a Wu a alojarse en su departamento. Afortunadamente, tenía una habitación extra que utilizaba para sus amigos u otros invitados.
"Espero que esto sea suficiente."
"¿Bromeas? ¡Es perfecto!" Sus ojos se ensancharon con sorpresa ante el espacioso lugar. Pensó que su amiga debía tener mucho dinero para pagar ese departamento. "Gracias de nuevo, Sasha".
"Me aseguré de ordenarla bien para ti." Comentó con aires de suficiencia. "Así que no agradezcas. Estaré en la cocina preparando algo de café, mientras le echas un vistazo a tu nuevo dormitorio."
"Okey dokey!" Acotó mandando un torpe saludo marcial.
Más tarde, dos tazas de café humeante se hallaban asentadas en la mesa del comedor. Sasha sujetó su respectiva taza y le ofreció la otra a Marcy, que recién salía de su nueva habitación.
"Espero que te guste el café, Marce."
"Te parecerá una locura, a pesar de que los artistas viven a base de café, yo no suelo beberlo. Soy más de bebidas energéticas" Rio. "Peeero un poco de no me vendría mal." Respondió, tomando asiento junto a su amiga y sosteniendo con firmeza la taza que desprendía un fuerte aroma. Miró en su interior antes de darle un pequeño sorbo.
"¿En serio? Bueno, no es como que el café sea más saludable, pero en definitiva no deberías beber esas cosas con frecuencia. Son dañinas." Sasha comentó ligeramente preocupada por el mal hábito de la asiática. Tenía que admitir que siempre creyó que era parte de las personas que cuidaban de su salud.
"Lo sé, aunque es lo único que me mantiene activa después de estar horas desvelada."
"Quizás deberías dejar de sobreesforzarte tanto, ¿no lo crees?" Sugirió bebiendo un trago del líquido amargo.
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𝗧𝗵𝗲 𝗚𝗵𝗼𝘀𝘁 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗣𝗮𝘀𝘁 / 𝔸𝕞𝕡𝕙𝕚𝕓𝕚𝕒
FanfictionA pesar de saber que el Núcleo fue destruido a manos de su mejor amiga, Marcy asegura todavía poder escuchar sus insistentes voces en su cabeza. Aún lo puede ver en sus pesadillas, exigiendo una cosa: venganza. ⚠ Advertencia de contenido sensible...