6.- Ínfima Esperanza.

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Marcy llevaba tres días aislada en su habitación. En varias ocasiones, Sasha y Anne, intentaron hablar con ella, pero la taiwanesa no cooperaba en lo absoluto y prefería reservarse todo para sí misma. Incluso, había mencionado que planeaba adelantar su vuelo a Hopkinton, Massachusetts, antes de lo previsto. Situación que preocupaba mucho a las chicas; ella no podía simplemente marcharse en ese estado.

Anne revisó la página web dónde se publicaban todos los artículos relacionados con el cómic de Marcy, y se entristeció al notar un aviso donde decía que el cómic había entrado a un período de hiatus indefinido. No se explicaba la razón, pero la tailandesa ya la sabía.

Se revolvió su esponjado cabello con frustración. Necesitaba una forma de ayudar a su amiga, ¿pero cómo?
Tenía la idea de ayudarla a distraer su mente, pero en realidad, no sabía si funcionaría o no. Sin embargo, no iba a quedarse con los brazos cruzados y lo intentaría absolutamente todo con tal de que Marcy recuperara su felicidad.

Cogió su teléfono y buscó el contacto de Wu en su agenda. Dudó un poco al principio, pero terminó marcándole con la esperanza de que esta vez no le rechazara la llamada como en ocasiones anteriores.

—Hola, Anne.

Boonchuy se alegró muchísimo de que su llamada fuera correspondida. Aunque el tono decaído de su amiga, le causó un vuelco al corazón.

—Marcy, que bueno que contestas. Te he extrañado mucho, sabes. Llevamos días sin pasar tiempo juntas. —hizo una breve pausa para agarrar valor. —Así que, me estaba preguntando si te gustaría ir al parque de diversiones mañana, o a dónde tú quieras. —dijo rogándole a todos los dioses para que obtuviera una respuesta positiva. De sobra, sabía que no accedería tan fácil a su petición, pero de algún modo necesitaba sacar a Marcy de ese lúgubre espacio donde se encontraba encerrada. Del otro lado de la línea no se escuchó nada, lo que causó que su ansiedad creciera. —¿Marcy?

—¿Por qué? —fue lo único que la pelinegra pudo proferir.

¿Por qué? Anne apretó los dientes. La respuesta era sencilla: porque la impotencia le carcomía el alma y estaba jodidamente desesperada por ayudar a su amiga de cualquier manera.

—Porqué ya te lo dije... te extraño. —contestó poco audible con una voz aterciopelada. —¡A-además Sasha también vendrá con nosotras! —rápido añadió. —¿No crees que sería divertido? Como en los viejos tiempos, ¿qué dices? —rió con torpeza y nervios.

Se suscitó otro largo silencio enloquecedor que hizo que la morena se masticara las uñas.

—Está bien. —finalmente, Wu aceptó la invitación.

—¿¡E-en serio!? —los ojos marrones se iluminaron con esperanza, no se lo podía creer, tenía una oportunidad y no planeaba desperdiciarla. —¡Qué bien, Mar-Mar! ¡Gracias! ¡Te prometo que nos vamos a divertir! —haría lo necesario para que lo disfrutara. —Platicaré con Sasha para quedar acorde con la hora y ella te notificará. Bueno, me despido porque tengo que prepararme para ir al trabajo. Nos vemos hasta entonces, Marbles.

Y con ello, dio por finalizada la llamada. Se llevó una mano al pecho y suspiró con profundidad, esperando que sus acelerados latidos se apaciguaran. Esperaba que su plan tuviera efectos positivos sobre la muchacha de cabellos negros.

Esa misma tarde, conversó con Waybright sobre la salida y para su fortuna, tenía el día libre. Incluso se había ofrecido a llevarlas en auto.

Justo como Anne organizó, el sábado por la tarde, acudió en busca de sus dos amigas.

—Todavía no entiendo como hiciste para convencer a Marcy de salir. —Sasha estaba asombrada por los métodos de la chica tailandesa.

—Siendo honesta, ni yo lo sé. —se rascó la cabeza avergonzada. —Pero me alegra mucho que haya funcionado.

𝗧𝗵𝗲 𝗚𝗵𝗼𝘀𝘁 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗣𝗮𝘀𝘁 / 𝔸𝕞𝕡𝕙𝕚𝕓𝕚𝕒  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora