Una llegada inesperada ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO VII

[UN MES DESPUÉS.]

Durante ese mes había tenido mucha fatiga y cansancio, podría dormir por horas y seguir cansado. Había tenido el estómago revuelto o a veces acidez, también había estado yendo a sus citas acompañado todo el tiempo del azabache. Le había tenido que dar excusas a su madre por los constantes vómitos, y aunque no se note el pequeño bulto en su vientre con el tiempo irá creciendo. Por las noches hablaba con el bebé o solamente le canta, pero por la mañana lo regañaba por darle muchos vómitos.

Ahora se encontraba corriendo por los pasillos sin tener cuidado con las personas, hasta que dio la vuelta por un pasillo y chocó con alguien cayendo sobre su trasero.

El azabache se alarmó agachándose rápidamente enfrente del castaño tomándolo de las mejillas cuando cercioró de que el chico se encontraba bien se levantó cruzándose de brazos con una expresión molesta.

—Levántate, mocoso—ordenó molestó. Jeongin se levantó nervioso.

—Uh hola Hyunjin... Que sorpresa verte— dijo nervioso mirando por momentos detrás de él.

—¿¡Por qué carajos te encontrabas corriendo!?—suspiró aliviado, pero molesto. Le había dado un gran susto.

—Tal vez le haya hecho una broma a Wooyoung y tal vez él se haya enojado conmigo y ahora... Quiere golpearme— habló lentamente.

—Jeongin, estas embarazado, no puedes ir corriendo por los pasillos como si no pudiera pasarte nada. —Se paso la mano por su cabello.

—¡Aquí estas!—gritó Wooyoung furioso llevaba una camisa manchada de pintura roja al igual que su rostro.

El castaño abrió sus ojos asustado y se escondió atrás de Hyunjin mirando sobre su hombro como Wooyoung se acercaba.

—Acércate más y él único que va a salir lastimado serás tú—vociferó Hyunjin alzando una ceja. Jeongin rio por la cara que traía Wooyoung.

—No te metas Hwang, pensé que odiabas a Jeongin. —Chistó sin moverse.

—Pues pensaste mal—se giró para tener a Jeongin frente a él—. Y tú pídele disculpas.

—No.

—Pídele disculpas ahora—ordenó. Jeongin bufó.

—Lo siento—dijo sin sinceridad en su voz. Se aclaró la garganta cuando se dio cuenta la forma en que él azabache miraba—. Lo siento mucho.

—Bien, ahora ya te puedes ir—habló. Wooyoung no dijo nada más solo se dio la vuelta y se fue.

Jeongin ya había empezado a caminar del lado contrario de donde se fue Wooyoung, con los ojos cerrados y sus pasos lentos tratando de no hacer ruido y rezando para que Hyunjin no lo mate, pero Hyunjin lo tomó del brazo y lo empujó contra los casilleros de manera suave y delicada.

—Me asustaste—dijo Hyunjin mirándolo a los ojos, el castaño desvío la mirada intimidado—. No quiero que les pasé nada.

El castaño lo miró a los ojos, en ellos se reflejaba preocupación y a la vez alivio. Se sintió culpable por haber hecho lo que hizo hace unos minutos atrás.

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—Aún no me acostumbro verlos juntos y que no se estén peleando—se burló Seungmin mientras devoraba su hamburguesa.

Hyunjin se había sentado con ellos, con la excusa de que tenía que cuidar de Jeongin y que el castaño no podía ni cuidarse el mismo. Ante ese comentario Jeongin solo bufó diciendo que ya no haría algo así de estúpido.

—Hwang, deja tú enamoramiento de niño con Jeongin, es obsesivo—se burló Chan, mientras se acercaba con el brazo envuelto en los hombros de Félix.

—No tengo un enamoramiento con Jeongin—gruñó—. Por fin Félix dejó de chuparte la polla por un minuto.

Félix empezó a toser por haberse atragantado con su propia saliva.

—¿Cómo están las cosas con tu embarazo?—preguntó Félix sentándose a su lado, cambiando de tema.

—No intentes cambiar de tema—habló Jeongin riendo.

—¡No lo hago!—lloriqueo Félix. El castaño rio.