Una llegada inesperada ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO I

Si todos pudieran describir a Jeongin en dos palabra sería; mal humorado. Y más cuando se encontraba con Hwang Hyunjin. Un chico atractivo, pero para Jeongin un total idiota y es por eso que ambos se llevan mal. Todos los días se la pasan insultándose, incluso llegaban a empujarse entre ellos. Jeongin puede nombrar las razones de porque su odio al azabache y quizás no le sobre los dedos de la mano para contarlas.

El castaño caminó por los pasillos de la universidad cuando lo tomaron por los hombros y lo golpearon contra la pared. Jeongin gimio por el dolor del impactó. Levantó la cabeza y se encontró con unos ojos cafés. En su rostro adorna una sonrisa burlona.

—Quítate si no quieres que te rompa todos los dientes. —Gruñó molesto el castaño. El azabache sólo se limitó a reír.

—No me das miedo—dijo soltando al castaño—. Mírate moviéndose ese culo para que todos te envidien y te deseen.

—Eres un asqueroso. —Empujó al azabache—. ¿Crees que soy cómo las que tienes atrás de ti todos los malditos días?

—¿Quisieras ser ellas?—habló el azabache. ¿Era en serio? Ser un arrastrado por la atención de Hyunjin.

—Eso quisieras—escupió irritado, pero Hyunjin lo tomó de la cintura y lo acercó a su cuerpo—. Suéltame, Hyunjin.

El azabache se hizo el sordo y lo acercó mas sonriendo con arrogancia.

—No te entiendo, Hyunjin. Hace unos meses me odiabas y ahora vienes y me tratas así—señaló el castaño poniendo sus manos en el pecho de Hyunjin tratando de alejarlo de él.

—Todavía te odio, mocoso. —Soltó al castaño—. Ni creas que te vas a librar de mí.

Tomó la barbilla de Jeongin e hizo que lo mirara. —Sigue moviendo ese culo enfrente de todos.

Jeongin empujó a Hyunjin, lo miró ardiendo de furia.

—No soy como Soyeon—habló. El azabache tenía una sonrisa burlona.

—Estas celoso que quiera conmigo. —Lo miró incrédulo. ¿Celoso? Uf nunca. —.Pero no deberías estar celoso de ellas. Ellas no tienen el privilegio de tener un culo cómo el tuyo.

—Si tanto te gusta que Soyeon te atención ¿Por qué no vas con ella y me dejas en paz?—habló el ojinegro.

—Porqué me da más satisfacción molestarte. —Volvió a tomar a Jeongin de la cintura.

Hyunjin empezó a dejar besos en todo su cuello, Jeongin puso sus manos en el hombro de Hyunjin e intentó apartarlo. Mentiría si dijera que a Jeongin le gustaban los besos de Hyunjin allí.

El azabache se había empezado a portar raro con él, ya casi no lo molestaba y se peleaban, pero no del todo ya que aún se insultaban y algunas veces Jeongin golpeaba a Hyunjin. El Castaño pudo divisar a Soyeon sobre el hombro de Hyunjin.

Enredó sus brazos alrededor del cuello de Hyunjin y ladeo su cabeza para darle más acceso a su cuello reprimiendo algunos gemidos que querían escapar de sus labios. Sonrió victorioso al ver a Soyeon molesta. Ella y él se llevaban pésimo, ya que ella lo odiaba porque pensaba que Hyunjin quería con él. Cuando se lo dijo casi se orina de la risa, pero soportaría a Hyunjin con tal de ver a Soyeon arder de furia.

Hyunjin le daba pequeñas mordidas por todo el cuello del ojinegro. Jeongin sentía que las piernas le fallaban.

—Hyunjin—murmuró volviendo a mirar sobre el hombro de este. Cuando pudo ver que Soyeon no estaba empujó a Hyunjin.

—No me vuelvas a tocar, Hyunjin— sentenció Jeongin empezando a alejarse del azabache. Hyunjin tan solo sonrió.

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Cuando llegó a la cafetería fue directo hacía Seungmin, se sentó a su lado y suspiró. Joder había dejado a Hyunjin besarle todo el cuello y lo peor de todo es que le gusto. Joder ¡deja de pensar en los besos de Hyunjin! Se ordenó así mismo.

—No me contaste que tú y Hyunjin estaban en algo—habló Seungmin, Jeongin abrio los ojos. Los había visto en el pasillo.

—No estamos en una relación—suspiró no queriendo hablar del tema.

—¿Qué fue todo eso del pasillo?

—No lo sé joder, sólo quería molestar a Soyeon. Sabes que ella anda detrás de Hyunjin y quería molestarla un poco— dijo el castaño sutilmente ya que su amigo se altera.

—Si claro—dijo irónicamente—, por eso lo tenías bien agarradito.

—Podemos dejar de hablar de eso, sólo pensé que era divertido molestarla— dijo finalizando el tema.

—Ya bueno—dijo el rubio alzando las manos—. Harían muy bonita pareja, lástima que se odian, se nota a kilómetros.

—¿Estas tratando de insinuarme algo?

—No claro que no—dijo

—Aquí están. Soyeon va a dar una mega fiesta y tenemos que ir—exclamó Félix. Jeongin negó.

—Claro que no, sabes que me odia— recordó mirando a Hyunjin, quién platicaba animadamente con Soyeon. Seguro lo invitaría a su fiesta para poder estar más cerca de él.

—Vamos, ni siquiera se va a dar cuenta con la cantidad de personas que van a ir—informó esta vez Seungmin—. Vamos Jeongin.

—Está bien. —Se rindió Jeongin. No tardo en que su mirada cayera de nuevo en los dos chicos que se encontraban demasiado cerca. Suspiro pesadamente, odiando a ambos.