¿Alex? —preguntaste tras haber oído un ruido en el establo. Gritaste cuando un caballo salió corriendo de allí y te asusto. Pronto supiste que algo andaba mal. Entraste al establo y ahí estaba él. Aquel chico que no dejaba de mirarte como si muriera de ganas por estar contigo desde que llegaste, ese chico de pecas y cabello castaño, el más dulce de los Walter, Alex. Pero no estaba como pensabas. No estaba limpiando el establo, ni bañando a los caballos....no... Estaba tirado en el suelo. No se había quedado dormido allí...sino que algo le había ocurrido. Gritaste y Katherine llegó con Danny. Lo levantaron y llevaron al hospital.
3 horas... 3 horas desde que encontraste a Alex tirado sobre la paja del establo. 3 horas interminables, 3 horas que parecian dias. 3 horas sin saber nada de "Pecas".
....Señora Walter? —preguntó un médico saliendo de la habitación donde se hallaba Alex. Intentaste acercarte para eacucharlo pero notaste que algo vibraba en tu bolsillo. Lo resolviste y encontraste tu teléfono.
22 mensajes de Cole 3 llamadas perdidas de Anthony 54 mensajes de Isaac 7 llamadas perdidas de Isaac 31 mensajes de García (Lee) 14 mensajes de Danny
¿Hola? — dijiste en voz baja. Dios..... hermosa donde estas? —era Isaac. Habia llamado desde el teléfono fijo de la casa. —Yo.. yo...—levantaste la vista y notaste que Katherine comenzó a llorar, .... tragaste saliva —Ay no, no no no no no...—empezaste a susurrar y a preocupar a Isaac. —Bonita ...? Cole dijo que estaban en el hospital. Vamos para allá y .... —dejaste de escucharlo. Simplemente dejaste de escuchar todo a tu alrededor. Soltaste el teléfono sin colgar la llamada, y caminaste hacia el cuarto de Alex mientras el doctor no miraba.
Pecas?—tú cuerpo temblaba. —sabes... cuando era chico me desmayaba seguido. Decían que era algo en los pulmones. —comenzaste a negar con la cabeza. —T/n...sea la enfermedad que sea..volvió. Debe ser por todo el estrés que pase estos días... —....por mi culpa —lo interrumpiste. —T/n ..... me dieron un par de minutos. —corriste a abrazarlo mientras llorabas.
—Lo lamento Pecas. —Tranquila, sabes que moriría por ti. —Vive por mi ¿quieres?
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