Capitulo 1

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— Cómo es eso que ya estoy comprometida

— Tu hermano — señaló a Ethan mientras tomaba una taza de té —. Me informo que alguien propuso tu mano. Le conté a tu padre y él aceptó ¡Felicidades estás comprometida ¡— exclamó feliz.

— Vaya hermano — le aplaudí, dirigiéndome hacia él — y dime como es mi prometido

Ethan y mamá se miraron. Algo no estaba bien aquí.

— Hola a todos — hablo Hilda mi cuñada, esposa de Ethan

— ¿Dónde está Asher? — le pregunté a Hilda.

— Jugando en el patio — respondió —. Debes estar contenta por tu compromiso

— No me quieren decir como es mi prometido — me senté en el mueble y me recosté en él.

— No le dijiste Ethan — reclamo a su esposo.

— Decirme que — mire fijamente a mi hermano.

— Iré a ver a Asher — comento mi madre y detrás le seguía mi cuñada.

Se dirigió hacia mí y se sentó a mi lado. Esperaba respuestas. ¿Por qué no podía conocer cómo era físicamente mi futuro esposo?

Acaso es feo o un horrible ogro con quien me casare.

— Verás, a tu prometido lo conocí en el bar, estaba borracho — solté una pequeña carcajada, era muy común ver a mi hermano ebrio cuando iba a un bar —. Un hombre desconocido se me acercó mientras tomaba un trago y comenzamos a charlar

— ¿Me comprometiste con un extraño?

— No

— Me acabas de decir que hablaste con tu desconocido

— ¿Puedes dejar terminar? — asentí —. Hablamos y me contó que buscaba esposa y yo le conté sobre ti y me preguntó si podía desposarte

— Y de seguro dijiste que si por estar ebrio

— Si

— ¡Cómo es posible Ethan que me comprometieras con un desconocido ¡— exclamé furiosa.

— Él me dijo que no te dijera de cómo es su apariencia, pero te aseguro que es un hombre respetable en la sociedad — comentó.

— Qué tal si me estas mandando con el mismo diablo y yo no sé, exijo conocer a mi prometido sino no aceptaré este matrimonio — concluí.

— Eso no será posible

Volteamos en dirección hacia la puerta, estaba mi padre entrando a la sala.

Estaba asombrada de que mi familia se negara a que conociera a mi prometido, pero la pregunta era ¿Por qué? Y no dejaba de pensar en esa pregunta que rondaba en mi cabeza.

— Padre dime una verdadera razón — exigí.

— Le di mi palabra a ese hombre que no mencionaremos nada sobre él hasta la boda

Debe tener algún motivo aquel hombre para que no lo conociera físicamente, pero la curiosidad de saber cómo era me estaba torturando a mí misma.

Si era la decisión de mi futuro esposo ocultar su identidad, no me queda de otra que aceptar su petición, pero tenía miedo.

— ¿Cuándo es la boda?

— Según él, me dijo que sería en tres días — respondió mi padre.

— No te preocupes lo tenemos todo arreglado — agregó Ethan.

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