Ethan se fue de regreso. No podía estar mucho tiempo aquí, sino descubrirían que estuvo interrumpiendo la luna de miel de los futuros monarcas. Después de hablar de mi hermano del tema de dar un futuro monarca, tuve que pensar estrategias para poder quedar embarazada. Solo faltan días para que acabara esta luna de miel. Hemos estado teniendo nuestros encuentros, pero no los suficientes. Lo que interrumpiría a que quedara embarazada seria que volverías al palacio de Buckingham y Anthony volvería a ver a Grace.
Buscaba un libro en la biblioteca del palacio. Necesito distraerme en algo.
— ¿Alan?
— Dígame, Alteza. — respondió Alan.
— ¿Qué hare cuando termine esta luna de miel? — le pregunte. Lo mire por encima del hombro.
— Hará muchas cosas, Alteza. Ahora por la ausencia del rey y la reina, ustedes tendrán que tomar su lugar y preocuparse por el bienestar del país.
Agarre un libro sobre los antiguos monarcas de este país. Le quite el polvo, se veía muy viejo.
— Vamos. Ya elegí uno. — le enseñe el libro.
Entre a mi alcoba y me senté en la cama. Alan no entro y se quedó afuera.
Revise el libro, jugando con las páginas. Todos los monarcas eran de sangre real, no eran simples doncellas de la sociedad; eran princesas de otros reinos. A cada monarca les decía su característica y las acciones que hizo en el pasado, su virtud, sabiduría, inteligencia, astucia, poder. Al lado de cada rey aparecía su reina. Había reinas que fueron importantes y algunas que solo servían a su rey, pero no eran muy importantes. Busqué el retrato de la reina Clarice, pero no encontré información acerca de ella. Cerré el libro.
Me recosté en la almohada y dejé el libro al lado de la cama. En los libros solo describen las buenas acciones de los reyes que gobernaron. No había muchas reinas que eran importantes, solo hablaban de donde provenía y la descendencia, y su muerte.
Los hombres siguen tomando el poder todavía en el mundo. Ver a una mujer como reina de un país sería una humillación. Las anteriores reinas, según el libro, tuvieron hijas mujeres, pero se menciona muy poco de ellas. Es como si fuera la vergüenza de la familia real.
¿Y si yo tuviera una niña y no un niño? ¿Dejarían a la niña de lado?
Inconscientemente puse una mano en mi vientre, preocupándome si doy a luz una niña. Adoro a las niñas y tengo el deseo de tener una niña, pero... si la tengo, ella no va a ser feliz. Ahora tendré que quedarme con esa ilusión. Se que siempre debe haber un varón en la familia, pero yo tengo el deseo de tener una niña.
Yo soy la única mujer de la descendencia de mi padre, pero jamás fui su vergüenza. Mi padre siempre decía maravillas de mí, siempre estaba apoyándome, siempre era su favorita, siempre me cuidaba y me protegía. Jamás fui la vergüenza de los Allen, porque mi familia me trato como la mejor bendición de los Allen.
Escuche la puerta abrirse y cerrarse. Tenia la cabeza levantada mirando el techo. No volví mi cabeza para ver quien era.
— Eleanor ¿estas bien? — reconocí esa voz. Era Anthony.
— ....Si. — respondí.
Sentí sus pasos acercarse a la cama. Sentí el hundimiento de la cama; Anthony se había sentado en la cama. Sentí que me observaba. Volví mi cabeza. Tuve una necesidad de ver nuevamente los ojos de Anthony.
— Escuche que vino tu hermano, Ethan. — comento.
— Si, vino al lado de mi sobrino. Cumplió su parte de traerme a mi sobrino. — mencione mientras me sentaba al lado de Anthony.

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Fiction HistoriqueSer soltera es lo más horrible para una mujer. Ya que tu nombre seria la solterona del año. Eleanor Allen no quiere seguir llevando el título de solterona del año. Decide conseguir un esposo a como dé lugar, pero no hay el indicado para ella. Frustr...