El comenzó a reírse por mi pregunta. Quería una respuesta, no hacerle un chiste.
— Príncipe, ¿se está burlando de mí?
— Perdón mi princesa — se disculpó.
— Hice una pregunta que hará calmar mis dudas que tengo dentro. Por qué querría que yo fuera su esposa.
— ¿No quieres estar casado conmigo?
— No. No es e...
— ¿Entonces?
— Debería estar casado con una princesa, no con una noble como yo — comente.
— Se que para formar alianzas debes casarte con otro reino, pero yo no quise hacer algo así. Buscar o que mi familia vaya a buscar una princesa caprichosa.
— Cree que las princesas son caprichosas, es raro ver que un futuro rey se refiera de esa manera a las princesas reales.
— Toda mi infancia estuve rodeado de personas pertenecientes a la realeza, así que sé cómo actúan, cómo hablan, cómo comen, cómo se sientan correctamente y como elogian sus riquezas — comentó.
— Y no te aburren esos bailes, a las madres casamenteras, debe ser un estrés para ti.
— Pues sí, pero debo estar presente en cada baile, por eso no iba a los bailes que imitaban la sociedad.
El carruaje paró en ese momento. Abrieron la puerta del carruaje. Anthony bajó primero y después yo, con la ayuda de Anthony.
— Entremos antes de que no haga frío.
Fuimos recibidos por los sirvientes del palacio entre aplausos. Anthony jalo de mi brazo para subir al segundo piso, buscando algo. Yo intentaba seguirle el paso y no tropezarme con el vestido de novia que todavía tenía puesto.
— ¿A dónde vamos?
— A nuestra habitación, para estar más cómodos los dos — empujo una puerta y me soltó.
Se sentó en la cama. Estaba nerviosa en ese momento, observaba cada detalle de la habitación y volví a ver a Anthony.
— ¿En qué piensas? Siéntate conmigo, aquí a mi lado — señalo el espacio libre que había para que yo me pueda sentar a su lado. Yo comencé a caminar con nerviosismo hacia él, llegué a su lado y me senté lentamente.
— ¿En qué piensas, mi princesa? — me pregunto.
— En la habitación.
— ¿No te gusta?
— No, es muy bella. Solo que es muy grande la habitación — comente.
— Aquí falleció mi tía.
— ¿Qué? — preguntó nerviosa.
Soltó unas pequeñas risas de sus labios. Le pegue en el pecho, él se quejó por el golpe que le había dado.
— No me asustes así. No lo vuelvas a hacer — advertí.
— Entendido princesa.
— No es necesario que me llames princesa, me puedes llamar por mi nombre — sugerí.
— Pero me gusta llamarte así, eres la princesa y la futura reina de Gran Bretaña e Irlanda — comentó.
— Me había olvidado de ese detalle, pero me gusta como suena, aunque pensé que esto de ser reina sería un sueño, ahora soy una princesa y futura reina de Gran Bretaña.
Anthony se echó en la cama, mirando el techo. Voltee para mirarlo, me miro y palmeó a su lado la cama para que estuviera echado a su lado. Yo accedí. Nos quedamos mirando un rato el techo, pero pude ver que el me comenzó a mirar a mí.

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Historical FictionSer soltera es lo más horrible para una mujer. Ya que tu nombre seria la solterona del año. Eleanor Allen no quiere seguir llevando el título de solterona del año. Decide conseguir un esposo a como dé lugar, pero no hay el indicado para ella. Frustr...