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Suguru sólo quería la base perfecta. Cuando eligió el santuario Higurashi, nadie le advirtió que también encontraría el arma perfecta. Ahora, si Satoru pudiera dejar de husmear alrededor de su "Kagome" eso sería genial. Lo último que necesita es que Satoru convenza a Kagome de que él es el malo, no cuando la tiene justo donde la necesita.
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Avisó: está historia no será cómo "cómo domesticar a un hechicero", será una historia madura con escenas de sexo (en su mayoría trío). La historia no me pertenece yo solo la traduzco con el permiso de la autora Bonkai4life
