CAPITULO 3: invitados no invitados

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    Por Kami, Kagome no puede entender por qué Suguru continúa apareciendo en el santuario casi todas las mañanas

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Por Kami, Kagome no puede entender por qué Suguru continúa apareciendo en el santuario casi todas las mañanas. Para ser honesta, se está volviendo molesto. La primera vez estuvo bien. La segunda vez fue lo que sea. Pero hoy, francamente, está harta de ver su cara antes de tomar el café o el té de la mañana.

Depende de su estado de ánimo.

_Buenos días, Suguru. ¿Cuánto tiempo te quedarás hoy?_ Pregunta Kagome, sirviéndose una gran taza de café fuerte. Hoy en día, necesita la cafeína como una adicta. Demasiadas cosas en su mente. ¿Dormir? Ya no tiene idea de qué es eso. Entonces, café y más café es.

Puede tomar una taza gigante de té esta noche antes de acostarse.

_¿Cómo conoces a Satoru?_ pregunta, saltando directamente a eso. Kagome pone los ojos en blanco. Si Suguru cree que puede empezar a mandarla como si fuera un lacayo, entonces le espera otra cosa. El hecho de que ella haya aceptado ayudarlo a exorcizar maldiciones no significa que trabaje para él o tenga que responder ante él.

Él no es su padre ni su pareja, así que tiene que irse a la mierda. Kagome deja la taza rosa y hace una mueca cuando parte del líquido se derrama y se derrama sobre la mesa. Dios, ella está hecha un desastre por la mañana. Qué lindo sería si pudiera tener sus mañanas para ella sola.

_¿Cómo lo conoces tú?_ella responde mientras se da vuelta en busca de algo para limpiar el desastre _Quiero decir, entraste a su casa. O no cerró la puerta con llave o tienes una llave_ Kagome deja escapar un suspiro mientras saca la silla. Intenta no darse cuenta de cómo Suguru siempre va por la silla que tanto amaba el abuelo. El abuelo solía decirle que nada se compara con esa silla y que era especialmente cómoda porque él la hizo así.

Y ahora Suguru se sienta en esa silla con una expresión serena en su rostro.

No es su culpa que esas cosas mataran a su familia, pero ¿le mataría darle espacio para llorar? Siempre aparece como si esperara perder toda racionalidad.

_Él es mi mejor amigo, aunque no hemos hablado en años, Me sorprendió un poco encontrarte allí y no en casa_ Suguru se recuesta y tamborilea con los dedos sobre la mesa _Sabes que es peligroso salir solo con un hombre que no conoces. Podría haber sido un usuario de maldiciones.

_¿Un usuario de maldiciones?_ Su mente está en blanco. La expresión de Suguru se vuelve plana. Ah, entonces él ya había hablado con ella sobre esto antes _Sólo recuérdamelo_ Ella suspira, no está de humor para fingir con él. Entonces, ¿qué pasa si ella no recuerda cada cosa que él dice? Su apariencia exterior puede parecer que está bien, pero en realidad no lo está. La venganza de su familia no tiene fin, Las maldiciones son interminables.

Ella siente que se está ahogando en el dolor.

¿Cómo manejaron InuYasha y los demás este tipo de dolor? Y Shippo-chan, Dios, ¿cómo se despertaba todos los días con una sonrisa en el rostro? Una cosa es segura, su respeto por todos se ha multiplicado por diez. Son muy fuertes. Kagome toma nota mental de recoger algunos bienes adicionales para todos antes de hacer otro viaje al pasado.

Desearía poder maldecirte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora