𝐸𝑙 𝑎́𝑛𝑔𝑒𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑇𝑜𝑀𝑎𝑛 | 𝑇𝑜𝑘𝑦𝑜 𝑅𝑒𝑣𝑒𝑛𝑔𝑒𝑟𝑠

•°El que me salvó°•

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Desde el momento en que te conocí, supe que serías parte de mi familia.
Y también supe que protegería tu sonrisa que ilumina mis dias más oscuros

Att. Manjiro Sano.

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Hace nueve años...
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Se preguntarán tal vez, cómo fué que Shira conoció al líder de la Tokyo Manji.

Pues, en realidad... Cuando lo conoció, la pandilla aún no existía.

Fué una linda tarde, el sol brillaba, el cielo estaba pintado de un lindo color anaranjado y amarillo.

Mikey había decidido ir a jugar al parque más cercano a sus casa junto con su hermano mayor, Shinichiro.

Al principio creyó que la figura que veía a lo lejos era un niño (en ese entonces Shira tenia el cabello corto), así que decidió que él (aunque fuera ella) sería su amigo de igual forma. Su hermano mayor, por otro lado, lo apoyaba en su decisión ya que aparentemente la personita a la que su hermano quería conocer estaba muy triste, se notaba que necesitaba la compañía de alguien.

Al principio siempre huía de él , por miedo a que le fuera a hacer algo. En ese entonces la pequeña no se sabía defender y ninguno de sus hermanos estaba cerca.

Hasta que un día, él simplemente la salvó de unos acosadores. Llegó como un súper héroe sin capa a defenderla de esos niños mayores, pateándoles el trasero. Literalmente.

Cuando Mikey se dió cuánto de que su nuevo "amigo" era en realidad una chica, no cambió de opinión y siguió con su plan de igual forma.

A él le agradaba la presencia de una chica a su alrededor siguiéndolo ahora a todos lados como un patito como a él le gustaba llamarle, aunque no lo dijera en voz alta.

Le gustaba ver cómo la niña lo mirada con fascinación y le daba toda su atención cada vez que él hablaba acerca de algo que le gustara.

Era como un cristal tan delicado que sentía que si la tocaba se podía romper.

—¿Que yo valla a tu casa? -Preguntó la niña confundida señalándose a sí misma- ¿Estás seguro?

-¡Si! ¡He incluso le puedo decir a mi abuelo que te enseñe artes marciales a tí tambien! -Sonrió como si por su mente hubiera pasado la mejor idea del mundo-.

Mikey también quería que ella aprendiera para así no estar todo el tiempo preocupado porque otras personas quieran hacerle daño.

-No estoy segura... -murmuro nerviosa, jugando con sus pequeñas manos-

- ¡Conocerás a Baji! - dijo feliz el rubio, al saber la gran curiosidad que tenía la peliblanca sobre el mencionado, ya que Mikey hablaba mucho de él-

-Además, tendrás nuevos amigos, y nosotros podremos cuidarte. -Shin le mostró esa sonrisa llena de cariño, esa que a la pequeña tanto le gustaba, era imposible que no confiara en él-

-¡Está bien, si iré! -Dijo más que decidida- Te veré mañana entonces. -Se despidió del rubio ya que era hora de ir a casa-

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