•°Solo hubo un chico°•

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Eres el ángel más bonito que he visto en mi vida.

Att. Luna Mitsuya.

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Ya pasó una semana desde ese trágico día, una semana desde aquel 31 de Octubre...

Shira ha estado en mejores condiciones, la verdad no puede quejarse, sus amigos han hecho de todo para animarla y hacerla sonreír, por suerte lo logran.

Aunque no ha podido ver a Takemichi, fué a visitarlo a su casa y su madre le dijo que no estaba. Se preocupó un poco por él, quería pedirle perdón por no haberle hecho caso.

Desafortunadamente, Emma y Draken no fueron los únicos que le llamaron la atención a Shira por dejarse llevar y escapar del hospital. Cierto pelilila le dió el regaño de su vida.

-Lo dejo pasar solo porque aceptaste venir con ellas -Aún estaba molesto, se sentó junto a ella mientras miraban cómo sus hermanitas jugaban en el parque- Solo espero que no se repita, T/n.

-Si me llamas por mi primer nombre, pensaré que de verdad no me perdonarás jamás -Hizo un leve puchero mientras tocaba el rostro de Mitsuya con su índice para molestarlo- Ríete.

-No.

-Vamos, ríete.

-Que no -Estaba algo irritado-

-Ok, no te rías -Se dió por vencida cuando miró cómo las niñas corrían hacia ellos con una gran sonrisa de oreja a oreja-

-¡Hermanita! -Mana habló primero- ¡A que no sabes!

-¿Hum? ¿Qué sucede, pequeña? -Apartó un mechón de su cabello para poder ver mejor su carita-

-¿Recuerdas las muñecas que nos diste hace tiempo? -Intervino ahora Luna-

Mitsuya no podía evitar sentirse algo asombrado por la forma tan natural con la que la albina hablaba con ellas, parecía más hermana de las pequeñas niñas que él mismo.

-Si... Creo que sí lo recuerdo -Habló algo infantil mientras ponía una de sus manos en su mentón fingiendo pensar-

-La semana pasada cuando no fuiste a vernos ¡Jugamos con ellas! -Comentó la menor muy entusiasmada- ¿Dónde estuviste?

-Mana... -Recibió una pequeña advertencia por parte de Takashi-

Por ciertas razones, las pequeñas de la familia Mitsuya no sabían que Koteshi se encontraba en el hospital, mucho menos sabían las razones.

-¿Eh? -Obviamente ella no entendía el por qué de ese llamado de atención-

-Tranquilo, Mit -Shira le sonrió a su amigo tranquilamente. Las pequeñas no tenían la culpa- ¿Y entonces? Dime qué pasó -Volvió a dirigirse a las pequeñas-

-Jugamos al principe y a la princesa -Luna traía consigo una mochila, de la cual sacó un par de muñecas que extrañamente se veían en buen estado. Escogió una en específico y se la mostró a la chica- Mira -La miró con una gran sonrisa- Esta se parece a tí.

-Es bonita, como tú -Mana opinó lo mismo. Shira sonrió al notar eso, no se había dado cuenta; la muñeca tenía el cabello rubio casi blanco, y unos lindos ojos azulados- Por eso se llama así.

-¿Eh? ¿Así cómo? -Preguntó la mayor tomando aquel tesoro en sus manos-

-Se llama Shira -Respondió la pequeña muy alegremente-
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Auxilio, me moriré de ternura.
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-Mitsuya, adóptame -Lo miró rápidamente con ojos suplicantes. Se estaba derritiendo en estos momentos por la ternura de estas niñas-

  𝐸𝑙 𝑎́𝑛𝑔𝑒𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑇𝑜𝑀𝑎𝑛 | 𝑇𝑜𝑘𝑦𝑜 𝑅𝑒𝑣𝑒𝑛𝑔𝑒𝑟𝑠 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora