•°Una petición°•

73 5 0
                                    

•.•.•.•.•

Nunca debí hacerlo... Nunca debí involucrarte... Nunca debí...

Att. Manjiro Sano.

•.•.•.•.•

Se sorprendió bastante cuando recibió su mensaje, esto no era normal en ella ¿Escribir tan tarde? Por favor, el sueño es algo sagrado. Debía estar demasiado preocupada o quizás solo quería escaparse un rato, quien sabe.

No tardó ni diez minutos en cambiarse de ropa e ir a su casa empujando su moto, aunque no estaba solo. Obligó a Draken a que fuera con él.

-Oh, pelón -La chica aún no se acostumbraba a la claridad de sus motos por lo cual tenía los ojos entrecerrados- ¿Manjiro te obligó a venir? -Dijo con una sonrisa divertida. Se notaba que tenía sueño, se tambaleó un poco-

-¿Qué crees? -Pregunto con obviedad- Además, no estás en condiciones de tomar una decisión. Era mejor que viniera.

-Tienes razón -Bostezó por un momento- ¿Con quién me voy?

-La pregunta ofende -Mikey le indicó que se subiera- ¿Vamos a dónde siempre?

-Al mirador -Dijo esta vez, ya se había colocado correctamente la sudadera y había atado su cabello en una coleta alta, aunque no pudo fijar los pequeños mechones de su flequillo, que como siempre, quedaban sueltos-

Mikey estuvo a punto de enviarle un mensaje a Muto también, pero pensó que era mejor que lo que fueran a hablar en ese lugar, lo discutieran entre ellos primero antes de llamar a una junta de emergencia.

Una vez llegaron al lugar, la chica se sentó en el suelo junto a Draken, Manjiro se sentó en la pequeña banca que había frente a ellos.

-Esto es difícil... -Estaba jugueteando nerviosa con sus dedos, ya casi se arrepentía de haberlos citado-

-Agradece que no tenía nada que hacer... -Ken cerró sus ojos por un momento para concentrarse en que el sueño no le afecte- Tómate tu tiempo.

-Shir... ¿Es sobre los Black Dragon? -La chica abrió sus ojos de par en par al escuchar a su amigo que increíblemente tenía razón-

Mikey siempre había Sido de aquellos que sabía cuando algo andaba mal, sobre todo si involucraba a las personas que apreciaba. Conocía a Koteshi como si fuera su hermana gemela, y pudo notar con mucha facilidad el ligero cambio que hubo en ella apenas comenzó el conflicto.

Draken la miró en silencio al igual que el peliceniza. Estaban consientes de que esto podría pasar.

-No quiero pelear. -Confesó sin mirarlos; justo ahora estaba hablando con sus superiores en la pandilla, no con sus mejores amigos- Tengo una petición, Mikey -Alzó la cabeza para encontrarse con los ojos oscuros del chico, que no reflejaban más que seriedad-

¿Cuando fué la última vez que ella le había hecho una petición? No lo recordaba, probablemente nunca la haya hecho.

-Quiero estar desconectada del asunto entre ToMan y Black Dragon -Dijo con firmeza, su mente había estado dando vueltas y vueltas durante horas. Un extraño dolor de estómago le azotaba cada vez que se mencionaba el tema- Es lo mejor, para la ToMan... Y para mí.

  𝐸𝑙 𝑎́𝑛𝑔𝑒𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑇𝑜𝑀𝑎𝑛 | 𝑇𝑜𝑘𝑦𝑜 𝑅𝑒𝑣𝑒𝑛𝑔𝑒𝑟𝑠 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora