𝐄𝐍𝐃𝐆𝐀𝐌𝐄 | Gojo Satoru

La fiesta. IV

Androssi

La limusina se estacionó al frente de la entrada de la gran mansion dónde se estaba llevando a cabo la dichosa fiesta.

Un hombre vestido con un traje elegante, completamente pulcro de pies a cabeza abrió la puerta de mi lado para tomar mi mano y ayudarme a bajar, coloqué mi pie izquierdo en el piso para seguir con el derecho de forma elegante, y me paré enfrente de la alfombra roja que cubría el piso hasta llegar a la puerta.

Mi familia hizo lo mismo que yo, mientras se colocaban a mi lado para entrar al lugar juntos.

Mis pies seguían una secuencia junto a mi cintura, la cabeza en alto con una sonrisa mientras caminaba. Me gusta ser el centro de atención, y no puedo evitar sentir que estoy en una pasarela cuando tengo un par de tacones puestos. Siento que después de todo, la fiesta no sería tan mala como tenía pensado.

—¡Oh por Dios! ¡Pero miren quienes están aquí! La hermosa familia Seehara. Señoritas, que radiantes lucen el día de hoy.— Se dirigió a mi mamá, mi hermana y obviamente a mí, estas les correspondieron con una sonrisa, yo solo me límite a darle una mirada al viejo Zenin.— Peter, Partner, me alegro tenerles aquí a todos. Pasen adelante, el señor Carl les llevará hasta la mesa que está especialmente reservada para ustedes cinco.— Señaló a otro hombre en traje quien hizo una reverencia ante nosotros para encaminarse y guiarnos por aquel gran salón lleno de gente con atuendos caros y elegantes, todas las personas que estaban acá tenían aunque sea una pizca de poder sobre el Japón.

Carl finalizo su camino señalando una mesa con un centro de rosas, platos y cubiertos servidos para cinco personas.

Tomé asiento al igual que mis padres y mis hermanos mientras que observaba alrededor buscando a alguien conocido o algo interesante que me entre tuviera esa noche, que iba a ser larga. Probablemente Peter y papá se iba a hablar con los líderes de otros clanes o con sus amigos, mamá y Arleth se iban a chismear con las señoras de los otros clanes. Y para mí, nimguno de los planes me parecía entretenido.

—Que hermoso luce todo ¿Cierto cariño?— Dijo mi mamá preguntándole lo último a mi papá.— Todo es muy organizado y elegante, y hasta donde tengo planeado, así será tu hermosa boda mi querida Arleth.— Tomó la mano de mi hermana mientras le dedicaba una sonrisa que Arleth le correspondía con otra, se lo notaba una pizca de emoción a mi hermana. Ya sé lo que mi mamá dirá después.— Androssi, yo que tú retomo la idea de desposarte con Naoya Zenin.— Efectivamente, lo sabía.

—Areth, por favor no empecemo, y menos acá.— Le reprendió mi padre. Yo permanecía con una cara seria.

—Querido, solo era una sugeren...

Se vió interrumpida por el sonido de un cristal chocando mientras veíamos al viejo líder de los Zenin de pie.

—Queridos invitados, perdón por interrumpir sus entretenidas charlas. Permítanme la palabra para comenzar esta fiesta de unificación de clanes, donde el único motivo de celebración es promover la paz entre todos los hechiceros, para unir fuerzas contra las maldiciones.

Comenzaron a venir los meseros a cada una de las mesas con botellas de vino en sus manos para servir delicadamente en las copas que estaban posadas en nuestras mesas. Luego vinieron otros mesero con la comida a servir en los platos.

—Por favor, que esta cena sea de agrado para sus paladares, para que luego empecemos la festejacion, conversen entre ustedes y formen lazos. Levanten sus copas conmigo y brindemos por todos los hechiceros que día a día luchamos por un mundo mejor ¡Salud!

—¡Salud!

Dijeron todas las personas, mientras levantaban sus copas, para empezar a comer.

Los cubiertos chocando contras los platos, las personas conversando y riendo se escuchaban alrededor. Mi familia conversaba entre si mientras yo estaba ensimismada en mis pensamientos, solo quería irme a casa, sin duda alguna, me estaba arrepintiendo de haber venido o de no traer a Riri.