Disturbios en el Clan. XIV

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Unos golpes constantes en mi puerta me despertaron, abrí los ojos y noté que ya era de día, el sol brillaba por mi ventana.

Con pesadez arrastré los pies hasta la puerta y la abrí.

-Satoru ¿Qué pasa?

-Me dijiste anoche que te despertara porque irías a donde tú familia, son más de las diez.

Volteé hacia el reloj en mi pared confirmando lo dicho por él.

-Es cierto. Perdón, no pude dormir nada, la noche fue pesada.

Las pesadillas, pensamientos y recuerdos horribles del día anterior me atormentaban, no pude descansar casi hasta al amanecer.

Sentía la mirada de lástima de Satoru sobre mí y odiaba eso.

Realmente estoy tan agradecida con él, la manera en que hasta ahora me ha apoyado, me hace sentir que no estoy sola.

Pero odio la manera en como los demás me tienen lástima.

-Tranquila, está bien. ¿Entonces si irás con mis suegros?

Mi mano lo intentó golpear pero su infinito lo detuvo.

-¡No son tus suegros! ¿Aún te quieres casar con Arleth?

-¡Estoy segura de que no se refiere a tu hermana Androssi!

-¡¿De qué lado estás Ieri?!

Cerré la puerta en la cara de Satoru para cambiarme.

-Oye mal educada, el desayuno está listo, come antes de irte.

-Satoru es un esposo mandilooon.- Shoko se burlaba.

Los ignoré para seguirme cambiando. Al verme en el espejo pude notar las marcas en mis brazos de lo de ayer.

Si, me afectaba, en mi vida había pasado algo así.

Pero soy la chica más fuerte ¿No?

Se supone que yo puedo con esto y más.

Me coloqué una blusa azul manga larga para poder cubrir las heridas, un short y unas sandalias. Salí con mi peine en mano.

-¡Shoko! ¿Puedes ayudarme? Mi cabello cada vez está más largo y no puedo desenredar la parte de atrás.

Mi amiga no aparecía, solo me habló desde el baño.

-¡Dame un momento! Estoy en el baño.

-Ieriii, pasas más de una hora en el baño, te tardas demasiado y tengo que salir.

Caminé con mi hombros caídos en forma de derrota hasta la mesa para desayunar.

-No solo está Shoko en la casa ¿Sabes?

Geto me quitó el peine de la mano, y comenzó a peinar mi cabello con cuidado.

-No te pido ayuda a ti porque me da miedo parecer emo después.

Satoru quien estaba en el mueble y todo el rato se había mantenido serio, no pudo evitar soltar una carcajada.

-¡Es cierto! Aléjate Androssi, no se te peguen las malas mañas.

El pelinegro jaló mi cabello.

-No soy emo. Y no deberías hablar mi cabello cuando el tuyo parece un nido de pájaros.

-¡Auch! Imbécil, está así porque no me peiné ayer.

-Peor aún, no te aseas.

-Calláte emo.

Cada uno siguió en lo que estaba, hasta que terminé mi desayuno.

Me maquillé para ocultar las secuelas de lo del día anterior y por último aplicar mi fijador.

𝐄𝐍𝐃𝐆𝐀𝐌𝐄 | Gojo Satoru Donde viven las historias. Descúbrelo ahora