𝐄𝐍𝐃𝐆𝐀𝐌𝐄 | Gojo Satoru

Detalle. XII

Un muñeco en cada silla a mis costados.

Uno en frente.

Relájate.

Fluye.

Tienes todo bajo control.

Lo logré.

—¡Drosiii! ¡Lo lograste! ¡Ya podrás ir a misiones con nosotros!

Shoko me abrazó al ver como después de tantos días por fin había logrado dominar mis técnicas, ahora solo quedaba llevarlas más allá y perfeccionarlas.

—Felicidades Drossi. Ya lograste una parte de tu objetivo.

Satoru se acercó a mí para decirme esas palabras y sacudirme el cabello.

Joder ¿Cómo lograba tenía esa habilidad de actuar como si entre nosotros nada hubiera sucedido?

Bueno, después de todo fui yo quien le pidió eso último.

Aún así no puedo evitar pensar si él se siente tan nervioso como yo cuando tenemos aunque sea el mínimo contacto.

Gracias Hari por:

Y por:

Ah, también por:

—Gracias... Satoru.

Le dije con unos muy evidentes nervios, mis mejillas estaban a punto de estallar.

Y el imbécil lo sabía. Se dió cuenta de mis nervios y sonrió con burla. Lo odio.

—¡Y estás de suerte! Tu primera misión será conmigo.

Suguru me abrazó por los hombros con una sonrisa, voltee a verlo para confirmar lo que dijo y él asintió.

Ambos nos abrazabamos mientras dábamos pequeños saltitos. Shoko se unió solo por diversión y Satoru veía a lo lejos.

En un mes me familiarice de una manera increíble con los chicos. Son personas increíbles.

Después de todo, venir a esta academia no está siendo tan malo.

—Asi es. Su primera misión será en una empresa de agua potable que hace años fue abandonada. Aquí tienen los datos.— Le dió una carpeta amarilla a Suguru.— Distintos adolescentes van para visitar el lugar, mayormente por curiosidad, pero terminan desapareciendo. Hay unas cuantas maldiciones, acaben con ellas.

Asentimos y salimos del aula, Shoko y Satoru nos seguían.

Caminamos hasta la salida de la academia, dónde el chófer de la misma nos llevaría al lugar.

Una voz llamó mi atención.

—¡Shoko! ¡Tanto tiempo!

Una chica pelinegra de dos coletas estaba abrazando a mi amiga, y la acompañaba una peli azul muy linda.

—¡Utahime! ¿Qué hacen por acá?

—Tenemos una misión cerca de donde estará Geto. Así que pasamos por acá para ver si podíamos ir juntos, para que no vayas solo.

—No soy débil, puedo ir solo, y además tengo apoyo. Aún así agradezco la compañía Mei Mei.

—¿Pero por qué solo agradeces la de Mei? También va Utahime ¡Oh! Es cierto, Iori es una débil más...

—¡Gojo!

La chica a la que llamaban Utahime estaba corriendo tras de Gojo para golpearlo.

Yo solo miraba a los chicos, me sentía rara, al parecer todos ellos se conocían y yo me sentía fuera de lugar, como desplazada.