Secretos en el paraíso [Levihan / Historia completa]

10- Pasado

Hanji y Nifa se encontraban en el centro comercial de compras. No es como si de pronto se convirtieran en las mejores amigas, pero en vista de que Nanaba obtuvo un trabajo a tiempo parcial, Hanji necesitaba nuevas amistades.

Era una posibilidad pasar el rato con Levi, pero tampoco quería absorber todo su tiempo. A Hanji le gustaba su espacio y así también él podría extrañarla.

Muchas cosas sucedieron en un corto período de tiempo. Primero Levi confesó sus sentimientos y luego propuso vivir juntos. Tal vez llevaba tanto tiempo queriendo oír algo como eso, que cuando ocurrió realmente Hanji no supo cómo reaccionar ante aquello.

Una cosa era ser amigos con beneficios, otra distinta ser roomies y definitivamente Levi no se refería a ninguna de las dos opciones anteriores.

Cuando lo eran todo, pero a la vez nada, Hanji no sabía si era correcto sólo vivir juntos. Ella pensaba que quizás no era bueno saltarse etapas y primero deberían tomarse la molestia de salir en serio, pero a la vez eso era lo que ya estaban haciendo desde hace años.

—¿Entonces él no es tu novio? —preguntó Nifa con interés.

—No exactamente— Hanji contestó con cierta resignación.

—Estar comprometidos en una relación está sobrevalorado. La gente está obsesionada con enamorarse, conseguir pareja y todo eso. ¿Por qué no sólo te diviertes con él y ya? No es necesario ponerle una etiqueta a lo suyo. Lo importante es que ambos estén de acuerdo.

—¿Eso crees? —Hanji estaba un poco sorprendida.

—Claro— Nifa encontró la talla que buscaba y le hizo un gesto a Hanji para hacerle saber que iría a probárselo.

Hanji se quedó en su sitio con la mirada en un punto fijo. En ese momento no tenía ganas de comprar nada y seguía ahí, porque tampoco tenía otra cosa que hacer. Por alguna razón se sentía responsable de Nifa y estaba actuando como una hermana mayor. No podía dejar de pensar que alguien tan joven como ella no debía pertenecer a ese mundo. Se encargaría de guiarla y enseñarle las cosas que no se pueden aprender en los libros.

Más tarde, le escribió un mensaje a Nanaba, pero entre tanta cosa de seguro su ocupada amiga le respondería durante la noche.

Antes de dar el gran paso, debía replantearse varias cosas. Entre ellas, el destino de su trabajo actual. Tenía claro que Levi en cualquier momento le diría que se retiraba oficialmente, pero no estaba segura si él le pediría que lo hiciera también una vez que se convirtieran en pareja. Ella se sentía cómoda con su vida, sus horarios flexibles y la gran cantidad de tiempo libre. Con lo ganado invirtió en la compra de un par de propiedades, cosa que como arqueóloga jamás hubiera conseguido en tan poco tiempo. Tenía que ser realista, el dinero sí era importante en aquel mundo y le permitía tener acceso a muchas cosas. Ella sólo estaba tratando de asegurar un buen pasar en su vejez, porque la belleza y la juventud eran pasajeras. Era claro que en algún momento debía decirle adiós a su trabajo, pero aún no era el momento.

El vibrar de su teléfono disipó los pensamientos de Hanji, quién corroboró que se trataba de Zeke, el profesor de tango.

No era la primera vez que le escribía, a pesar de que no estaba muy interesada en tomar un café con él. Habiendo rechazado o más bien ignorado sus invitaciones constantes. Aunque, decidió escribirle para invitarlo a la fiesta sorpresa de Petra, porque en el fondo le agradaba.

La idea de organizar una fiesta mejoró su ánimo. El asunto es que técnicamente eran muy pocos invitados y Hanji siendo una excepcional mujer con grandes habilidades sociales, pensó que quizás no era tan mala idea invitar a más personas.