Solo compañeros sexuales ¿Aceptas?....
Fue la propuesta que el austriaco le dijo a la soldado novata T/N, con la condición de NO involucrar sentimientos, pero por supuesto ser compañeros sexuales no es suficiente, T/N quiere ser más que eso, desafo...
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Habían pasado dos días y König seguía evitando a T/N. No era algo demasiado obvio, pero ella lo notaba. Ya no se cruzaban en los pasillos, no había esas miradas fugaces que solían compartir ni siquiera un gesto que indicara que la había visto. Cada vez que ella intentaba acercarse, él simplemente desaparecía.
Esa noche, T/N estaba en el patio con Horangi, disfrutando de un cigarrillo bajo el cielo estrellado. El aire era fresco y tranquilo, y aunque no se conocían demasiado, entre ellos había una confianza natural. Podían hablar sin esfuerzo, como si fueran amigos de toda la vida.
La conversación fluía, hablando de cosas sin importancia, hasta que un breve silencio se instaló entre ellos. Fue entonces cuando Horangi aprovechó para hacer una pregunta.
—Y bien, ¿qué tal vas con König? ¿Está funcionando?
T/N exhaló el humo lentamente antes de responder.
—Bueno… claramente no tan bien —dijo con un suspiro—. Cuando creo que avanzo, él simplemente se aleja. Y ahora ni siquiera me mira. Me está evitando. ¿Tienes idea de por qué?
Horangi sonrió con cierta diversión y sacudió la cabeza.
—König es un tipo raro, así que no te preocupes demasiado. Probablemente esté ocupado.
Ella no estaba del todo convencida, pero tampoco tenía otra explicación.
Horangi la miró de reojo antes de soltar una pequeña risa.
—Vaya, realmente vas en serio con él. Nunca pensé que hablaras de verdad.
T/N sonrió divertida.
—¿Y qué puedo decir? Me atrae demasiado, no solo físicamente… aunque él no lo demuestre, siento que en el fondo hay algo más.
Hizo una pausa, como si dudara en decir lo siguiente.
—Bueno… no sé si me explico, pero espero no estar equivocada.
Horangi la observó por un momento antes de encogerse de hombros.
—Puede que tengas razón, contigo es diferente, normalmente evita a las personas, especialmente a las mujeres, es muy cerrado en ese aspecto.
Se quedó pensativo unos segundos antes de volver a hablar.
—De verdad te deseo suerte, T/N, la vas a necesitar.
Ella le devolvió una sonrisa, había una pequeña chispa de esperanza en su mirada. Tal vez Horangi tuviera razón, tal vez König no era tan inaccesible como parecía.
Entonces, una duda cruzó su mente.
—Oye, Horangi… ahora que lo pienso, nunca he visto el rostro de König. ¿Tú lo has visto?
Horangi dejó escapar una risa corta.
—Naturalmente, he sido su amigo por bastante tiempo, así que sería raro que no, pero solo un par de veces.
