Mein liebe | König x T/N

𝐶𝑎𝑝 7: El inicio +18

La habitación estaba en silencio, apenas se escuchaban los pasos de los soldados caminando por el pasillo. König estaba sentado en la silla frente a la cama, piernas abiertas, brazos cruzados sobre el pecho. Su máscara negra colgaba tapándole todo excepto los ojos, que la observaban sin moverse.

T/N estaba sentada al borde de la cama, con las manos apoyadas a los lados. El ambiente se sentía raro, como si algo importante estuviera a punto de decirse... y efectivamente, lo estaba.

—Así que... lo que quería decirte es... —empezó König, con ese tono suyo tan tranquilo, casi aburrido—. ¿Aceptarías ser mi compañera sexual?

T/N lo miró, parpadeando un par de veces.

—¿Perdón...? —preguntó en voz baja, como si no hubiera escuchado bien.

Él alzó una ceja bajo la tela de la máscara, sin cambiar el tono.

—Eso, lo que escuchaste, no quiero hacer esto más complicado de lo que es.

Ella sintió cómo se le iba la sangre al rostro ¿Estaba hablando en serio? ¿Así de directo?

—¿Y por qué... por qué me lo estás pidiendo a mí? —Dijo, con un leve temblor en la voz.

König se encogió ligeramente de hombros.

—Porque soy coronel, no puedo andar por ahí en el cuartel diciendo esas cosas a cualquiera, y tú estás aquí, compartimos habitación, trabajamos juntos... me resulta conveniente —dijo, como si hablara algo de lo mas casual del mundo, aunque algo en su tono insinuaba que no era solo eso.

Luego hizo una pausa. Bajó la mirada un momento, como si pensara si decir lo siguiente o no. Pero lo dijo.

—Y también porque sé que te gusto.

T/N abrió más los ojos, sorprendida.

—¿Q-qué...? —empezó, nerviosa.

—Vamos —la interrumpió él con suavidad, sin burlarse, pero firme—. No es difícil notarlo, la forma en que me miras, cómo te pones nerviosa cuando me acerco... Se nota.

Ella desvió la mirada de inmediato, sintiendo que se derretía de la vergüenza.

—Creí que lo ocultaba bien...

—No lo creo —contestó seco, con honestidad 

Hubo unos segundos de silencio. T/N, en voz baja susurro algunas palabras, que por supuesto Konig pudo oír bien.

—¿Y tú... también sientes... atracción por mi?

König se recostó un poco más en la silla, estirando las piernas, luego la miró de nuevo, no era fácil leer su expresión detrás de la máscara, pero sus ojos tenían ese brillo serio.

—¿Qué crees? Si te lo estoy proponiendo es por algo. —Se encogió apenas de hombros—. No haría esto si no me atrajeras

Ella bajó la mirada, mordiéndose el labio, procesando todo. Tenía el corazón latiendo como loco.

—Pero si no te interesa, no pasa nada —añadió él, cruzando de nuevo los brazos—. No me voy a ofender ni va a cambiar nada, es tu decisión.

La joven se quedó callada, Su mente iba a mil y sus pensamientos eran un completo lio

-¿Esto es una locura...? Tal vez, pero él me gusta, y si esta es la forma de estar cerca... ¿por qué no? Puede que con el tiempo vea algo más en mí... puede que esto sea solo el principio...

Justo entonces, la voz de König la sacó de su cabeza.

—Solo una cosa antes de que decidas —dijo, más serio esta vez—. Sin sentimentalismos, no busco una relación, ni juegos raros, tengo otras prioridades, de mi solo obtendras sexo y nada mas, nada romantico, asi que toma la decisión que mas te convenga