Solo compañeros sexuales ¿Aceptas?....
Fue la propuesta que el austriaco le dijo a la soldado novata T/N, con la condición de NO involucrar sentimientos, pero por supuesto ser compañeros sexuales no es suficiente, T/N quiere ser más que eso, desafo...
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Era ella....
T/N....
Su uniforme estaba sucio, desgastado, roto en algunos lugares, su cabello largo cubría parte de su rostro, pero no lo suficiente como para ocultar esos ojos... esos ojos que alguna vez brillaron con intensidad, ahora vacíos, inexpresivos.
El cigarro cayó de sus dedos rodando hasta apagarse en el suelo.
-T... T/N...?
Su voz no era la de un soldado endurecido, sonó rota, Débil.
No podía ser.
La lógica le gritaba que esto no era real.
Los muertos no volvían.
Los fantasmas no existían
Pero ella estaba ahí.
Cada parte de su ser quería negar lo que veía, pero su corazón latía con terror algo que no podía controlar. Su mente lo intentaba razonar, buscaba una explicación lógica, estrés, insomnio, culpa,pero entonces, ella habló.
-No te ves muy bien... coronel.
König sintió cómo su pecho se contraía de golpe.
Era su voz.
Dios, era exactamente como la recordaba.
Tragó saliva, sintiendo su garganta reseca.
-T/N...? ¿Realmente eres tú...? ¿Cómo... cómo es eso posible...?
Su mente luchaba contra lo imposible.
-¿Estás aquí para castigarme...? ¿Para atormentarme...?
Quiso reír, pero solo salió un sonido ahogado.
-No te preocupes... ya lo estoy... -Dijo König con un tono amargo.
Ella dio un paso hacia él.
König se tensó.
Su instinto de soldado, el mismo que lo había mantenido con vida en innumerables batallas, le gritó que se moviera, que reaccionara. Pero no lo hizo.
Porque quería verla más de cerca, quería saber si era ella, su olor, su voz, su toque...
Si esto era un delirio de su mente atormentada, no le importaba.
T/N se sentó a su lado en la cama.
Él la observó en silencio.
Era ella.
Pero al mismo tiempo no, era algo contradictorio.
Su piel... era más pálida, sus ojos ya no tenían la calidez de antes.