07:45am
Baltimore, MarylandUn leve olor amargo y dulce fue lo que despertó a Will, sintió un punzante dolor en su cuello, dirigió su mano al lugar dónde encontraría una gasa colocada encima de la herida. Lentamente, abrió los ojos y pudo observar que no reconocía el lugar, se encontraba tumbado y por lo que veía, le habían quitado la ropa, a excepción de su ropa interior. Sintió otro dolor punzante, esta en su abdomen, vio como sus puntos habían sido retirados y cosidos de nuevo, con una técnica bastante refinada y acertada.
La cama donde se encontraba tenía sábanas de seda color granate oscuro, en su alrededor había una decoración con cuadros en un tamaño más pequeño que los originales de "Boticelli". Dos mesillas de noche a los lados de la cama y un sillón al lado de la cama dónde reconoció algo que era conocido para él. Una manta de cuadros verde y roja con líneas blancas y negras, esa era de Will, ¿que por qué lo sabía? Muy sencillo, era la que tenía puesta en el sofá de su casa para que los perros se sentasen en el sofá sin que lo llenesen de pelos.
Había marcas de sangre en dicha manta, así que pudo deducir que había sido envuelto y traído hasta ese lugar dentro de esa manta.
De repente, oye una puerta que estaba situada a la derecha de la habitación, entonces lo vio de nuevo, pensó que fue otra simple pesadilla pero no. Ahí estaba con una bandeja de plata con tazas, una jarra, dos vasos alargados de cristal y un par de platos con unas tostadas francesas.– Buenos días Will. – Dijo Hannibal dirigiéndose a la mesita de noche más cercana al de cabellos rizados.
Will ya no sentía miedo porque estaba enjaulado o en cautiverio como un débil cervatillo. Solo pudo mirar con cierta enemistad al doctor.
– ¿Qué es lo que quieres de mí, Hannibal? –
La mano de Lecter fue en dirección al rostro de Will, éste le agarró la muñeca con fuerza, la mirada de Graham era desafiante, aquellos ojos azules tenían una furia que cualquiera dudaría si enfrentarse a él.
– Simplemente quise ver la obra que dejé en tí. No hay nada detrás de esto. – Will sigue desconfiando de él pero sus instintos le proporcionan más confianza en Hannibal.
Lecter va sirviendo la leche en el café oscuro, aquel color le recordaba a los ojos del de cabellos rubios. El amargo olor se adentró de nuevo en la nariz del de cabellos rizados, intentó incorporar para alcanzar la taza con aquél líquido marrón, de nuevo sus heridas le dieron un toque de atención, no estaba en condiciones ni para alcanzar una taza.
Hannibal, sujetando delicadamente con sus ásperas manos la taza, la lleva hasta los labios de Will.
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ℭ𝔬𝔯𝔭𝔲𝔰 𝔢𝔱 𝔪𝔢𝔫𝔰 𝔣𝔲𝔯𝔦𝔬𝔰𝔬𝔯𝔲𝔪
Fanfiction« Tras aquel matadero ocurrido en la cocina del Dr Lecter, todos perdieron algo especial y preciado ese día, Hannibal se escapa dejando una marca en aquellas personas que el consideraba "amistades", sobre todo en Will Graham. Cada día, un sueño maca...