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— ¡No me toques, imbecil! — gritó al sentir la mano del rubio en su glúteo

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— ¡No me toques, imbecil! — gritó al sentir
la mano del rubio en su glúteo.

Lo tenía prácticamente acorralado contra
los casilleros; el pecoso podía sentir su
respiración y su corazón brincó en su pecho.

Las miradas no faltaron, cosa que ignoraron por completo. — No te pongas tan agresivo,
bonito.

— Pues entonces no me toques.. — gruñó.

El rubio soltó una risita, definitivamente
este chico le atraía como nunca. Quería
besarlo hasta que sus labios doliesen.

— No te molestes tanto, lindo...

El pecoso intentó retener las ganas de
golpear el rostro de su acompañante, solo
tenía que tener paciencia pero estaba quitándosela.

No lo soportaba.

No soportaba ver al estúpido de Verstappen coquetear con él y después ir a hacerlo con
cualquier persona que cruzará su camino,
él no era un trapo sucio ni mucho menos
una de sus miles de conquistas.

Carlos solía decirle que le daban celos,
pero él no sentía celos, simplemente odiaba ese tipo de gente que se cree mucho porque son europeos, rubios, de ojos azules y ricos y Max era ese tipo de persona.

Además de que le molestaba ver como todos
querían estar con él, cuando había más gente
mejor que el rubio. Un total patan

Desde que el Mexicano puso un pie en la
nueva universidad en su cuidad, que últimamente habían algunos extranjeros
de intercambio. Cuando aquel rubio de ojo
azul entró por esa puerta se llevó miles de
miradas y de pronto todas las mujeres
querían con él, Sergio definitivamente
detestó al neerlandés desde que vió como
éste coqueteó con la chica que se burló de él por mucho tiempo.

— Déjame en paz, Verstappen ¿por que no
vas a besarte con Kelly? — el pecoso se cruzó
de brazos con evidente fastidio.

El rubio esbozó una pequeña sonrisa marcada en sus comisuras, se colocó la gorra con la viscera hacia atrás y el tapatío hizo todo lo posible por no verlo directamente. Odiaba admitirlo pero atractivo si era

— Porque solo quiero besarte a ti, lindura.. —
coqueteó descaradamente, por milagro quitó
su mano del cuerpo del más bajo.

El tapatío logró escuchar algunos suspiros
de algunas mujeres, aunque le estuviese coqueteando a él, frunció el ceño.

— Mira Verstappen, hagamos una cosa — comenzó — ¿por que no te vas con tus amigotes y me dejas tranquilo? No seré una
de tus conquistas y mucho menos me tendrás en tu cama.

Verstappen pareció divertido con sus palabras.

— ¿quien dice que te quiero en mi cama?

— ¡Ay, por favor! Es lo qué haces con todos —
De verdad estaba aguantando las ganas de soltarle un buen golpe en el rostro.

—¿Acaso.. estás celoso? — jugueteó con
una sonrisa socarrona, el mexicano sintió
su estómago removerse, era molestia, definitivamente lo era.

— ¡No estoy celoso! No te lo voy a volver a repetir Emilian no te quiero cerca de mi ¿si captas?

Sin embargo, nunca se dió cuenta del error
que había cometido puesto que nadie
llamaba por el segundo nombre al neerlandés.

De echo poca gente lo sabía, y Sergio se había
enterado por puro morbo y curiosidad.

Carlos le dice "Chismoso" pero bueno, el tapatío solo lo escuchó al pasar por el lado
del rubio y este estaba coqueteando descaradamente con una mujer y ella lo
llamó "Emilian" de forma "Tierna y ridícula" Casi se desmaya del asco que le produjo.

— Veo que conoces mi nombre... — no se molestó por ello, de echo le sorprendió.

Nunca creyó que aquel lindo chico de pecas que había visto desde el primer día, supiera
su otro nombre.

— Eh... y-yo.. — tartamudeó un poco rojo.

— Definitivamente lo sabes, entonces
tendrás una cita conmigo?

— No.

— ¿por que me rechazas tanto, Lindura? —
El rubio suspiró "triste" fingidamente.

— Porque eres un idiota, un atrevido, un patan, idiota, rompe corazones, descarado
y porque odio tus asquerosos piropos ¿por que no se los dices a los demás? — Max tensó su mandíbula y por un segundo se quedó observando las facciones del más bajo, era
tan bello, con sus pecas y la sonrisa que
normalmente cargaba.

Menos a él, Verstappen ardía en furia
cuando el tapatío le sonreía a los demás
menos a él, no sabía porque lo odiaba tanto.

— Porque solo me interesas tú — murmuró.

El rostro del tapatío se desfiguró y en unos cuantos segundos estuvo sonrojado, tenía que irse de ahí tenía que alejarse de esos ojos azules que lo ponían de nervios.

Suspiró, tratando de calmar sus alocadas
emociones — ¡Déjame tranquilo!

Verstappen no se alejó, le encantaba el reto
de conquistar al mexicano y besarlo por fin,
se moría de ganas por acariciar sus mejillas
y contar sus pecas hasta morirse.

Definitivamente Sergio es especial.

— Espero con ansias el día que entiendas
que quiero algo serio contigo. — susurró

El corazón del mas bajo explotó, latiendo sin
control, su respiración de agitó levemente.

Tenía que hacer algo.

Estaba furiosos consigo mismo ¿por que
sentía eso? Por que diablos se sentía tan
bien tener tan cerca al ojiazul?

El neerlandés sonrió en sus adentros, se inclinó hasta quedar cerca de su oído y murmuró un par de palabras.

Dios te guarde y me de la llave —

La reacción.

El mexicano levantó su mano y estampó su palma contra la mejilla del más alto, escuchó un par de exclamaciones de sorpresa.

— ¡No me piropees!

Se alejó a zancadas, tomando con fuerza su
mochila. Verstappen sobó su mejilla
adolorida y con una sonrisa murmuró.

— Algún día, algún día serás mío.

* Los capítulos variarán, algunos serán más cortos que otros y algunos más largos *

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* Los capítulos variarán, algunos serán más cortos que otros y algunos más largos *

Gracias por leer 💕

   益 𝐁𝐋𝐔𝐄 𝐄𝐘𝐄𝐒 ✶ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora