13

2.2K 329 59
                                    

— ¿QUÉ? — gritó, creyó haber oído mal un sonrojo cubrió por completo sus mejillas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— ¿QUÉ? — gritó, creyó haber oído mal
un sonrojo cubrió por completo sus mejillas

— que si quieres ser mi novio... — sonrió
el rubio, no podía creerlo, Sergio casi de
desmaya cuando Max se acercó a él con
un lindo ramo de rosas y chocolates.

— ¿t-tú novio? — tartamudeó.

¿Por que se sentía tan nervioso?

— Si, eso dije pequitas... — realmente
max parecía muy ilusionado.

Era san Valentín casualmente, Sergio vió
a muchos chicas y chicas recibir regalos,
nunca fue de esos, siempre era el que veía
y disfrutaba de la felicidad de los demás,
aunque inconscientemente sentía un poco
de envidia.

Siempre deseó que le dieran un pequeño chocolate, aunque Carlos siempre le daba
algún dulce o una carta diciéndole que lo
quería mucho por ser su mejor amigo y
un montón de cosas.

Pero nunca lo esperó, realmente no, sintió
un poco de placer cuando Lando abrió la
boca desfigurado ante el regalo que Max
le dió, literalmente frente a muchas
personas y él terminó arrastrando al rubio hasta una parte de la universidad llena de árboles donde normalmente no transcurrían
muchos alumnos.

— n-no creo que eso sea posible... —
balbuceó el pecoso.

El rostro de Max se desfiguró.

— ¿q-que..? ¿Por que?

— y-yo... no se, esto es un poco nuevo para
mi y... — empezó sin saber cómo continuar  con sus palabras.

— Sergio... — llamó en tono serio, el antes
mencionado sintió una rara sensación en
el estómago, nunca lo había llamado por
su nombre o al menos no en ese tono.
— ¿por que no me tienes confianza?

Verstappen colocó su mochila en el
suelo y arriba los regalos..

— y-yo... no es que no te tenga confianza,
l-lo que sucede..

— No quiero tantos rodeos, quiero que
seas directo. Créeme que puedes confiar
en mi aunque no creas

— No es que no crea... — empezó

— Es que no quieres — finalizó Max
en un hilo de voz.

Su estómago se revolvió.

— ¡No! Eso no es cierto.. simplemente que
no estoy acostumbrado a nada de esto..-
intentó evadirlo.

— cuéntame. — pidió.

— ¿q-que te cuente que?

— Eso que tanto te ata, no creas que no
me he dado cuenta de como te privas
de la felicidad. — Sergio se dió la vuelta
evitando verlo a los ojos.

Sus piernas temblaron, así que decidió
sentarse en el pasto pegando su espalda
al tronco del árbol.

— No tengo nada que contar... — susurró.

   益 𝐁𝐋𝐔𝐄 𝐄𝐘𝐄𝐒 ✶ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora