[CAPITULO XI]

524 36 1
                                    



Jeon Jungkook 



Maldita sea...


Maldije para mis adentros, sintiendo mi presión arterial aumentar.

Si ella no era Jiwon, ¿cómo es posible que se parezcan tanto? Algo no encajaba aquí. Ella no tiene esa marca de nacimiento, pero ¿y si se la quitó? Eso sería fácil de hacer. ¡Ah, demonios! Tenía que pensar en algo más. No dejaría que se fuera así como así. ¡Ah, lo tengo! Como Jiwon pertenece a la mafia de Han, entonces debe tener el tatuaje que la identifica como una de ellos. Y ese tatuaje estaba en la nuca, un lugar poco visible.


Con determinación, me aproximé a ella y la sujeté por los brazos, girándola para encararla de espaldas a mí. Su sorpresa se reflejó en un breve gemido sofocado al sentirse agarrada.  Aparté mechones de su cabello para descubrir la zona donde debería estar el tatuaje. 

Un suspiro frustrado salió de mi, liberé su cabello, incapaz de encontrar el tatuaje que buscaba. La tensión en la habitación era palpable, y la mirada de Jin reflejaba la misma confusión y desesperación que sentía.


- ¿Cómo es posible que no lo tenga? - murmuré, más para mí mismo que para los demás, dejando escapar mi frustración.


Jin, con una mirada sombría, asintió en silencio, reconociendo la inquietud que compartíamos. Mientras salíamos de la habitación, la sensación de desconcierto no me abandonaba.


- Jeon, tenemos que hablar - dijo Jin en voz baja, pero llena de urgencia, deteniéndose en el pasillo y esperando a que lo siguiera. Aunque mi mente estaba llena de incertidumbre, no pude evitar darle una última mirada a la chica antes de seguir a Jin por el oscuro pasillo.


- ¡Esperen! - su voz, llena de angustia, resonó detrás de nosotros, dejando una sensación de pesar en el aire.



Jin caminaba de un lado a otro, con pasos agitados que resonaban en la habitación, mientras su mente trabajaba febrilmente en busca de respuestas que parecían escurrirse entre sus dedos.


- ¿Dónde la encontraste cuando la secuestraste? - preguntó, deteniéndose abruptamente y clavando su mirada en la mía, buscando desesperadamente una pizca de claridad en medio de la confusión.


- Me dijeron que estaba cerca de Apgujeong-dong - respondí, sintiendo el peso de la incertidumbre que colmaba el aire entre nosotros, añadiendo una capa más de tensión a la conversación.


- ¿Investigaste siquiera qué hacía ella por ese lugar? ¿Vivía por ahí o solo estaba paseando? - inquirió, su voz cargada de una mezcla de ansiedad y frustración, mientras sus ojos escudriñaban los míos en busca de alguna revelación.


-Uno de mis hombres pasaba por ahí y la siguió- respondí, aunque la insatisfacción ardía en mi interior, sabiendo que esa explicación apenas rozaba la superficie de un enigma mucho más profundo.-Solo quería que la encontraran y la trajeran. ¿Cómo iba a saber que había otra Jiwon idéntica en este maldito país? - me quejé, tomando una botella de whisky y sirviéndome un poco para calmar mis nervios, aunque el líquido ámbar apenas lograba atenuar la tormenta de pensamientos que me asediaba.

Duality's EmbraceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora