Jeon Jungkook, una figura respetada en los oscuros dominios del crimen organizado, ha emergido desde las implacables calles para convertirse en el líder respetado por las peligrosas mafias del país. Su imperio, sin embargo, se ve amenazado por una m...
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El ambiente en esa sala se tornó pesado, cargado con la tensión palpable entre Jeon y Ji Yeon. Jeon se sentía atrapado en una tormenta de emociones, incapaz de calmar la ira que le había generado las palabras de Ji Yeon. Sin embargo, lo que más le pesaba era el dolor en su corazón, la decepción y la tristeza de haber sido engañado una vez más. Había depositado confianza en Ji Yeon, y así era como ella le pagaba, traicionándolo de la misma manera que Jiwon lo había hecho en el pasado. Cada palabra de Ji Yeon era un golpe directo al corazón de Jeon, dejándolo desorientado y lleno de un dolor agudo que le resultaba difícil de soportar.
- Lo que dices no te lo crees ni tú misma, Ji Yeon - intervino Jin nuevamente, mostrando su escepticismo hacia las palabras de ella.
- Y lo que tú dices no tiene valor en esto - contratacó Ji Yeon con arrogancia, tratando de mantener su postura firme ante las acusaciones.
- Sabía que no debía confiar en ti - susurró Jeon con un deje de rencor en su voz mientras se acercaba a Ji Yeon. Sus palabras resonaron con amargura, y ella sintió un pinchazo de remordimiento por haber causado esa reacción.
- ¿Me matarás? - soltó con una sonrisa burlona, desafiándolo.
- Prefiero no ensuciarme las manos, gracias - respondió Jeon con frialdad, devolviéndole la mirada con cierto desdén. Pero un comentario hiriente se escapó de sus labios, y Ji Yeon sintió cómo un dolor agudo perforaba su pecho- y menos con una cualquiera...-La etiqueta de "cualquiera" le afectaba más de lo que hubiera querido admitir
- Si planeas acabar conmigo... - Ahora Jeon se dirigía directamente a Han, con una mirada intensa y un tono de voz firme que no dejaba espacio para dudas. - La próxima vez, no uses cartas baratas. Después de todo, no te sirvieron de nada, ¿verdad? Ni con Jiwon, ni con Ji Yeon.
Han mantuvo su mirada fría, pero su arrogancia no vaciló. - Te mataré, Jeon. Y mi última carta será bien jugada, de eso estoy seguro.
Jeon le devolvió la mirada con determinación. - Estaré esperando ver esa carta.Con un último vistazo a Ji Yeon y con una expresión de tristeza por parte de Jin, los dos salieron de la sala.
