CAPITULO 22

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Jungkook

La inquietud se instala en mis entrañas cuando Seokjin se desliza fuera de la cama. Le observo con atención, como si fuera una víbora que pudiera atacar cuando menos lo espero. Mi ritmo cardíaco se acelera como un loco. Este hombre me va a dar un ataque al corazón.

Su oscura ceja se levanta de una forma tan ligeramente desafiante que solía contrariarme. Ahora, me hace sentir una emoción que me recorre. Es tan jodidamente sexy. Desde sus profundos ojos marrones y su pelo desordenado, hasta por su pecho perfectamente esculpido y su impresionante polla que se cuela en sus calzoncillos.

Esa maldita polla está a punto de partirme en dos, lo sé.

Sonríe y empuja los bóxers hacia abajo, liberando su erección. Se balancea con fuerza. Se me hace la boca agua por tener su sabor salado en mi lengua. Me gusta chupar pollas. ¿Quién lo iba a decir? Estoy seguro de que nunca habría asumido que sería algo que alguna vez probaría, y mucho menos que me encantaría. Pero con Seokjin, me encanta. Amo todo. Lo amo.

Una calma se instala en mí.

Esto es correcto. Esto es lo nuestro. Es el momento de unirnos de esta manera final. Siento que esto nos sellará como una pareja real. En todos los sentidos. De la carne, del corazón, del alma.

Me estoy ahogando en Kim Seokjin.

Me está hundiendo y es un descenso que me hace enloquecer de emoción. Hacia lo desconocido. Juntos. Para siempre.

Es justo, entonces, cuando me doy cuenta de lo que quiero en su pecho. Immerse your heart in love. Una frase -la misma frase- escrita dos veces para significar los dos. Ahogarse en el amor.

Seokjin capta mis ojos clavados en su pecho. —Vendré mañana. Hazlo mañana.

La confianza que me otorga con tanta facilidad hace que me duela el pecho. He estado practicando en Fenway Ink. Mi jefe, Lars, dice que soy un aprendiz rápido y ya me está dejando tomar clientes. No puedo esperar a poner mis manos en Seokjin y marcarlo permanentemente. Algo así como llevar sus marcas de amor púrpura en mi cuello continuamente y para que todos lo vean. Esto será permanente y una representación de nosotros.

Me quito los calzoncillos y me siento en la cama, mis ojos siguen sus movimientos mientras él coge el lubricante y el condón. ¿Me obligará a agarrarme al cabecero de la cama mientras me folla por detrás como le he hecho a él tantas veces? ¿Me llevará al cuarto de baño, donde puedo verlo en el espejo? ¿Pasará en el suelo? Mi mente corre a un millón de millas por hora mientras trato de predecir cómo será esto.

—Sobre tu espalda, Jeon—, me ordena, con sus ojos marrones ardiendo de lujuria.

Le miro con el ceño fruncido. —¿Me la vas a chupar primero?

Mueve la cabeza lentamente y me indica con el frasco de lubricante que tiene en la mano que me tumbe. Me tumbo en las almohadas y mi polla se golpea contra mi estómago. Levantando una ceja, como si preguntara "¿y ahora qué?" espero a ver qué ha planeado. Se sube a la cama.

—Sepáralas—, ladra, pasando sus nudillos por mi cadera.

—No vas a follarme como a una chica.

Pone los ojos en blanco. 

—No voy a follarte, Kook. —La intensidad de su mirada me quema.

Así que va a hacerme el amor como a una chica.

Aprieto los dientes. El calor me quema las mejillas. La vergüenza me hace apartar mis ojos de los suyos mientras separo los muslos.

Su risa me hace arder.

**Immerse your soul in love**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora